Ursula von der Leyen explica el contenido del acuerdo
Francois Lenoir/European Council/DPA

Los líderes de la Unión Europea han alcanzado un acuerdo de mínimos y sin apenas detalles en el cumbre de esta semana que tenía como objetivo el control de las alzas incontroladas de los precios energéticos. Después de muchas horas de negociaciones esta pasada madrugada han anunciado que han pactado medidas que deberán ser implementadas con urgencia. La meta es eludir episodios de «precios excesivos del gas», y se incluirán propuestas para acotar al precio del gas que se utiliza para generar electricidad, como ya se aplica en España y Portugal.

La pelota vuelve ahora a las manos de los ministros de Energía, este martes se celebrará una reunión, y después a la mesa del Ejecutivo. La misión será plasmar en un plan lo logrado en esta reunión de presidentes y primeros ministros, que es básicamente la decisión de Alemania de ceder en la cuestión de la intervención en los mercados energéticos. Según el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, se ha acabado con tabúes y los ciudadanos lo percibirán en los precios a corto plazo.

Una cuestión que queda más consensuado es un mecanismo para garantizar la seguridad de los suministros, que es una de las claves para que el canciller Scholz se haya unido, si bien a falta de desarrollar el acuerdo, a la intervención de los precios del gas que implicará de hecho controlar el funcionamiento de los mercados mayoristas de electricidad.

Alemania teme que cualquier medida en el mercado de gas pueda implicar que Europea perdiese competitividad en el panorama internacional, en el que, pese a que ahora gran parte de los países tienen repletas sus infraestructuras de almacenamiento, se produce una fuerte pelea por asegurarse que los barcos metaneros lleguen a sus puertos. En este contexto, los líderes europeos han pactado la compra conjunta e gas para el menos el 15% del consumo.