El nacimiento de una nación

28/10/2022

Miguel Ángel Valero. Juan Eslava Galán trata de explicar cómo, si los musulmanes tardaron dos años en ocupar la España visigoda, la cristiana necesitó 8 siglos en recuperarla.

La meritoria labor de divulgación de la Historia que realiza Juan Eslava Galán llega a la Reconquista (Planeta, 381 páginas) tras pasar por España, la Guerra Civil, los años del miedo, el Catecismo, el mundo, la Primera Guerra Mundial, la Segunda, la Revolución Rusa, el Prado, la conquista de América, el nazismo, Franco, entre otras etapas, sin menospreciar, por supuesto, su obra literaria («En busca del unicornio», «El comedido hidalgo», «Señorita», «La mula», «Rey lobo», «Últimas pasiones del caballero Almafiera», por citar algunas de sus novelas).

La lectura de este libro sirve, entre otras cuestiones, para fijar conceptos y diferenciar entre el moro (del griego ‘máuros’, que significa «oscuro de piel» o «moreno»), árabe (originario de la Península Arábiga, con independencia de su religión), y musulmán o islámico (seguidor de Mahoma o creyente en el Islam).

También, para descubrir que el término europeo («europeenses») se utilizaba ya en la Crónica Mozárabe de 754 para describir a los que vencieron a los moros en la batalla de Poitiers (‘Balat ash-Shuhada, Calzada de los Mártires, para la historiografía musulmana) pese a que entonces no existía la idea de Europa. En cualquier caso, esa batalla provocó que el Islam dejara de amenazar las Galias.

Otra curiosidad es que, en 1188, el rey de León Alfonso IX convocó en el claustro de la Basílica de San Isidoro unas Cortes, consideradas como la cuna del parlamentarismo y Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2013, pese a que otros historiadores creen que ese honor debería ser para las Cortes de Castilla reunidas en Burgo de Osma por Alfonso VIII, y los ingleses defienden que es la Carta Magna de Juan Sin Tierra de 1215.

Y que la conquista de Granada crea, de la mano del rey Fernando, un Ejército permanente, «el primero de Europa que merece el calificativo de moderno», según Juan Eslava Galán.

Erudición, revisión y humor

Fiel a su inconfundible estilo (combinación de erudición, humor y licencias narrativas, didáctica y divertida), el autor describe la Reconquista sin rehuir los aspectos polémicos (entre ellos, el propio título, ya que es un concepto muy discutido, y reconoce abiertamente que su uso es «significativo y en absoluto inocente»), y trata de explicar cómo si en 711 los musulmanes apenas tardaron dos años en ocupar la España visigoda (40.000 invasores se adueñaron de un país de cinco millones de habitantes), la supuestamente cristiana se haya demorado nada menos que ocho siglos en recuperarla.

Juan Eslava Galán desmonta mitos como Covadonga (y sus consecuencias, como aquello de que Asturias es España y el resto tierra conquistada), o las batalla de Clavijo o de Calatañazor, episodios como la Jura de Santa Gadea, o la importancia real de personajes como Almanzor, entre otras manipulaciones interesadas (de unos y de otros), pero reconoce la «fuente de progreso material y cultural» que supuso el Camino de Santiago.

El libro muestra datos poco conocidos: cómo la esclavitud de cristianos secuestrados por musulmanes superó a la de negros enviados a América. Y cómo las periódicas oleadas fundamentalistas (almorávides, almohades) transformaron Al-Ándalus y el Califato de Córdoba en taifas, «una efímera olla de grillos». Lo que demuestra, según el autor, que «nihil novum sub sole», no hay nada nuevo bajo el sol. Y que el que no conoce la historia, está condenado a repetir sus errores.

«La Reconquista contada para escépticos» termina recordando «sin acritud» un proverbio árabe, «vosotros tenéis el reloj, nosotros el tiempo».

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