
Gráfico: INE
El mercado de trabajo ofreció entre julio y septiembre relativos síntomas de agotamiento. Aunque prosigue el flujo de personas que se incorporan al empleo, el paro en términos desestacionalizados subió en el trimestre por primera vez en años, si exceptuamos el período de la pandemia; si bien la ocupación repitió exactamente el mismo valor registrado hace tres años, en el tercer trimestre de 2019, en los mismos términos, esta vez en comparación anual, por la Encuesta de Población Activa (EPA) que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En términos brutos, la subida del paro tiene bastante que ver con la llegada de más activos al mercado de trabajo. El trimestre muestra además rasgos típicos del empleo veraniego: pérdida de empleo femenino y aumento del paro entre los más jóvenes, que suelen ocupar los empleos temporales que proliferan durante el estío.
Sin embargo, los datos muestran cómo el empleo van frenando, a pesar de la resistencia mostrada a la perturbación originada por la guerra en Ucrania. Bastan algunos ejemplos. El empleo crece a un ritmo anual del 2,57%, un punto y medio menos que tres meses atrás. En el trimestre el empleo público, quizás en sustituciones de verano, toma el relevo al sector privado. Los autónomos pierden 31.000 efectivos.
Aun así, otros rasgos muestran la transformación que se está operando en el mercado de trabajo español, derivada de la reforma laboral, con un fortísimo crecimiento del empleo indefinido, incluso en el trimestre. Y, atención, una rebaja — esta quizás inesperada — de la tasa de parcialidad, por debajo del 13%.
Llegan más activos, crece el paro
Entre julio y septiembre, el mercado de trabajo español registró la llegada de casi 140.000 activos, en términos netos (esto es, restando a las llegadas las salidas). De ellos casi 80.000 lograron un empleo; exactamente, 77.700. Mientras que otros casi 61.000 pasaron a engrosar las filas del desempleo.
¿Dónde se creo empleo? Mayoritariamente en el sector público, con más de 50.000 nuevos puestos (probablemente, en sustituciones estivales); el doble que en el sector privado.
Esta nueva ocupación fue compatible con una fuerte disminución en el número de autónomos: casi 31.000 se dieron de baja en verano, siempre en términos netos.
Por sectores llama la atención la fuerte pérdida de empleo en la Agricultura, con 60.000 empleos menos, que podría asociarse al término de labores agrícolas de temporada, si no fuera porque en el último año el campo ha perdido más de 32.000 ocupados; el único sector que pierde empleo en comparación anual (la construcción gana 35.000; la industria, casi 82.000; el mastodóntico sector servicios, más de 430.000).

Gráfico: INE
En parte por esa llegada de activos, el paro sube en el trimestre en casi 61.000 personas; y vuelve a rozar los 3 millones de desempleados. Una subida la del paro que se mantiene en términos desestacionalizados, aunque más matizada, una vez que se elimina mediante fórmulas matemáticas el influjo del calendario y la estación en las cifras de desempleo.
Así, la subida del paro coloca la tasa de desempleo en el 12,67%. Como apuntábamos antes, todo el aumento del paro se produce entre las mujeres, con casi 80.000 paradas más; mientras que, entre los hombres, el paro incluso baja, en más de 18.000 personas de julio a septiembre.
Si separamos por grupos de edad, todo el incremento del paro se produce entre los más jóvenes, con 71.000 parados más menores de 31 años. Por sectores, la construcción escapa al incremento del paro en el trimestre.
Fortísimo incremento de empleo indefinido
Merece la pena detenerse en la composición del empleo creado en el tercer trimestre y en concreto en el tipo de contrato detectado por la encuesta. Solo en un trimestre, en el de verano, además, el número de personas con contrato indefinido creció en casi 450.000 personas; un hecho insólito que cabe apuntar a la nueva legislación laboral, que ha proscrito la utilización del contrato temporal; este, consecuentemente, cayó en el trimestre en casi 350.000 personas.
Estos datos sitúan la tasa de temporalidad lindando ya con el 20%; una frontera que sin duda pronto será rebasada. En el último año se han creado casi 1,4 millones de contratos indefinidos; en tanto que los temporales han bajado en casi 900.000.
Caen los contratos por horas
Sorprendente, sin embargo, es el comportamiento del empleo a tiempo parcial. Todo apuntaba a que, con la reforma laboral, las empresas se habían volcado en la firma de contratos indefinidos con menor carga horaria, ya fuera en la modalidad de fijos discontinuos, ya en la de jornadas a tiempo parcial.
Pues bien, en este último caso, la encuesta muestra una caída del empleo a tiempo parcial, de casi 200.000 personas en el trimestre, pero que también se mantiene, aunque más moderada, en el cómputo anual, con 75.000 personas menos contratadas por horas.
Una caída que sitúa la tasa de empleo a tiempo parcial por debajo del 13%; exactamente en el 12,76%.
En definitiva, un trimestre de transición, que continúa ahondando en los efectos provocados por la reforma laboral, con nuevas llegadas de activos, que no pudieron encontrar al completo ocupación.

Gráfico: INE
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