La rueda de prensa para explicar la reunión del consejo de gobierno de la Generalitat la protagonizó el propio presidente. Artur Mas quiso explicar las filosofía de los presupuestos del 2012 que volverán a ser restrictivos y que los están elaborando bajo la premisa que no empeore la situación, o sea con un crecimiento económico cero y sin que Madrid adelante los fondos de compensación que reclama la Generalitat.

Tras los resultados de las elecciones del pasado domingo, Artur Mas valora que los catalanes han entendido la necesidad de hacer estos ajustes de caballo un año más, primero por la herencia recibida y  segundo porque el Gobierno central no ha adelantado –como había hecho en años anteriores- el fondo de compensación territorial. Según el presidente de la Generalitat si Cataluña tuviera el pacto fiscal esta situación de déficit no se habría producido e insistió que su gobierno defenderá con uñas y dientes este objetivo. Sin embargo el presidente aseguró que estas restricciones llevarán a cumplir el mandato de la Unión Europea de reducir el déficit al 1,3% del PIB y que a final del próximo año podrán decir que “se habrán acabado las políticas de ajuste”, al tiempo que habrán dado una imagen de seriedad de la institución.

Aseguró que el Govern ya no puede reducir más los gastos en algunos sectores como sanidad o educación, para no cruzar las líneas rojas que harían peligrar el estado del bienestar y la calidad de algunos servicios fundamentales. Por ello las vías que propone para reducir el déficit se centran en dos aspectos. El primero es pedir un nuevo esfuerzo económico a los funcionarios públicos con una nueva reducción de su salarios. Como medida ejemplar aseguró que los altos cargos de la Generalitat no cobrarán –por segundo año consecutivo- la paga doble de Navidad.

El segundo punto afecta al conjunto de la población y se refiere a incrementar los ingresos vía tasas. Por una parte –si el futuro gobierno del PP mantiene la reimplantación del impuesto sobre el patrimonio- Cataluña lo aplicaría.

También explicó que volverá aumentar el canon sobre el agua “dada la situación desastrosa que se encuentra la Agencia Catalana del Agua y también aumentará el precio del transporte público, especialmente el metropolitano, que tiene un déficit importante. Por otra parte anunció un aumento de las tasas universitarias que irá acompañado de un plan de becas, por que “muchas familias pagan más cuando sus hijos van a escuelas concertadas que cuando llegan a la universidad pública”.

Por otra parte están estudiando si fijan un impuesto autonómico sobre la gasolina, justificándolo tanto por razones medioambientales como por la inyección económica que representaría para las arcas públicas gravar con unos céntimos el litro de combustible dado el gran consumo que se hace diariamente de este combustible. Sin embargo este impuesto no afectaría a agricultores y transportistas.

En el ámbito de salud Mas recordó que siempre se había opuesto al copago, pero considera que el gasto sanitario se dispara a veces por el “mal uso o abuso” que se hace del sistema público de salud en el apartado de medicamentos, por lo que “estudia la introducción de un ticket limitador en el ámbito de las recetas”. Matizó que esta medida no “afectaría para ir a un hospital o ser atendido por un especialista”.

Además la Generalitat pretende activar  la venta de una parte de su patrimonio tanto de edificios, oficinas como algunas empresas y todo este dinero “servirá para reducir el déficit y por tanto serán menos los sacrificios que tendrá que hacer la población”.

Mas acabó la comparecencia con un mensaje de esperanza y aseguró que esperaba que a finales del 2012 “podamos decir que las políticas de ajuste se han acabado”.