La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, descarta cambios en la proposición de ley del gravamen temporal a las energéticas y a la banca, que ha sido debatido en el Congreso, a pesar del pronunciamiento contrario del Banco Central Europeo.

Montero asegura que el informe del BCE «es muy claro» con respecto a que no plantea la paralización del gravamen a la banca. Recuerda que el Gobierno evaluó el margen de los bancos para poder abordar esta «prestación patrimonial», que tiene un carácter temporal de dos años. También insiste en que no se pueda repercutir en el cliente  los costes derivados de este incremento.

«El BCE plantea las consideraciones generales que estamos acostumbrados», reitera la ministra de Hacienda, que no encuentra en el informe ninguna cuestión que aconseje un cambio en el impuesto, sino que se trata simplemente de una figura «que hay que evaluar».

El portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Edmundo Bal, declara que «era de cajón» la postura del BCE. La diputada de Ciudadanos, María del Carmen Martínez Granados, habla de «chapuza», que además entra en conflicto con principios constitucionales, como la libertad de empresa y el libre mercado.

El portavoz de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, apela a la «solidaridad»: «Aquellos que más han crecido, incluso este año, no pasa nada porque sean un poco solidarios con los que peor lo están pasando». Y asegura que los bancos están obteniendo «beneficios récord» en este 2022.

Rubén Manso (Vox) tilda de «chapuza tributaria» el gravamen. Para Gabriel Elorriaga (PP), las cargas de estas nuevas figuras tributarias propuestas por el Gobierno recaerán sobre los ciudadanos, y subraya que el BCE ha incluido en su informe la obligación de los bancos de «repercutir todos los costes de su actividad a sus clientes».