Moody’s Investors Service ha confirmado los ratings de depósitos de Banco Sabadell en ‘Baa2/Prime-2’ y los ratings de deuda senior no garantizada en ‘Baa3’, además de cambiar de ‘estable’ a ‘positiva’ la perspectiva de las calificaciones de los depósitos a largo plazo y de la deuda senior no garantizada.

La decisión de calificación responde «a la mejora gradual del perfil crediticio de Banco Sabadell, principalmente en términos de calidad de activos y de rentabilidad».

La agencia destaca las mejoras «sustanciales» tanto en márgenes de interés como en los ingresos por comisiones, comparándose de forma positiva «incluso con los resultados previos a la pandemia». La rentabilidad del banco también se ha visto favorecida gracias a unos menores costes operativos, tras los dos planes de reestructuración que el banco puso en marcha en 2020 y 2021.

Igualmente, destaca las buenas métricas de calidad de activos de Sabadell, consiguiendo reducir la tasa de morosidad al 3,2% a finales de junio, frente al 3,9% registrado a finales de 2019 y por debajo de la media española del 3,6%.

Por el lado contrario, la agencia destaca que el banco sigue limitado por una «débil capitalización», lastrada por una elevada exposición a activos por impuestos diferidos.