La segunda isla más grande de Canarias, Fuerteventura, es considerada Reserva de la Biosfera desde el año 2009, gracias a la variedad de ecosistemas y las valiosas especies que acoge. Es una isla única para la desconexión, las actividades al aire libre y el descanso entre parajes naturales, kilométricas playas de agua cristalina y arena blanca. Además, ahora que llega el frío a la Península, su agradable clima durante los meses de invierne lo convierte en un destino más atractivo todavía. Si eso es posible…

Una forma original de conocer Fuerteventura es recorrerla por los senderos del Parque Rural de Betancuria o por la Montaña Tindaya, dos rutas con caminos coloridos y aire puro. Para adentrarse en el pasado más tradicional resulta interesante visitar el Ecomuseo de la Alcogida, donde se recrea la vida rural y las viviendas típicas de la isla. Las agrestes e impresionantes playas del Parque Natural de Jandía, Costa Calma y Morro Jable se intercalan con las poblaciones de Bentacuria, Puerto del Rosacio o La Oliva, cuyas iglesias, ermitas e incluso un castillo son parte del Patrimonio de la Humanidad. También las extensas dunas del Parque Natural de Corralejo, es otro de los reclamos naturales más populares.

Las olas y el agua azul que bañan las costas de Fuerteventura convierten el buceo, el kitesurf y el windsurf en los deportes estrella. De hecho, cada año se reúnen windsurfistas de todo el mundo en playas como la de Sotavento para celebrar la Copa del Mundo de Surf. Otro lugar idóneo para practicar deportes náuticos es la playa del Castillo, en La Caleta de Fuste, una línea de costa desde donde disfrutar de la calma del mar sin viento.

A la hora de buscar alojamiento, una opción muy recomendable puede ser el resort que acaba de ser reconocido como el mejor de España en los prestigiosos premios World Travel Awards 2022.  El galardón ha recaído en el recién renovado Barceló Fuerteventura que cuenta con cuatro hoteles, un thalasso spa, siete piscinas, puerto deportivo, amplia propuesta de entretenimiento, además de una completa oferta gastronómica en sus catorce bares y restaurantes. Ubicado en un enclave privilegiado, junto a la Caleta de Fuste, se trata de un establecimiento ideal para familias porque se alternan espaciosos bungalós, piscinas, zonas de juegos y extensas zonas de jardines. También para los amantes de las prácticas deportivas: sus instalaciones permiten disfrutar de minigolf, tenis o baloncesto. Además, gracias a la playa y el puerto deportivo, se convierte en un lugar extraordinario para practicar submarinismo o surf.

Entre los servicios que ofrece destaca por una rica oferta gastronómica para todos los paladares, en los que destacan tanto los buffets como los restaurantes a la carta de cocina local, mexicana o asiática. Todos ellos ofrecen platos ideados para satisfacer a todo tipo de huéspedes.

También es el lugar idóneo para quien busque una escapada de relax. Dispone de un centro wellness de más de tres mil metros con salas para tratamientos innovadores y personalizados. Además, el centro cuenta con piscinas exteriores, una piscina cubierta de agua salada con chorros de hidromasajes, camas de aire, sauna, baño turco y duchas de sensaciones.