Luis García y Adelino Gil, los alma mater de El Ancla del Lago (Paseo María Teresa, 2, en la Casa de Campo de Madrid, 91.354 36 07), se inspiraron en la aclamada película ¨Otoño en New York¨ para ofrecer una propuesta gastronómica que llevara a sus comensales a La Gran Manzana o el Central Park de Nueva York.

En la romántica obra cinematográfica, Will Keane es el propietario de uno de los restaurantes más famosos y prestigiosos de Nueva York. Precisamente algunos de los platos que ofrece en su restaurante en el otoño escenario de la película son los que se pueden degustar en El Ancla de Lago.

Obviamente, las comparaciones son odiosas. Empezando por una evidencia: la Casa de Campo es cinco veces más grande que el Central Park.

Pero es que El Ancla del Lago demuestra que se come mejor en la Casa de Campo que en Central Park. Nada más sentarse en la mesa y sin que se haya mirado la carta, aparece un plato con tomates que están de muerte, de mojar pan en el aceite y no parar. Son de Almería, no de la urbe norteamericana, evidentemente. Y prueba del buen ojo comprador de Adelino Gil.

Luego, sin previo aviso, unas megacroquetas marca de la casa, muy sabrosas, y con una irresistible fuente de patatas paja.

Ya dentro del menú neoyorkino, la parrillada de verduras, una obra maestra del horno, y además una fuente de alimentación saludable.

El solomillo de ternera, en su punto, con su salsa de queso de Roquefort ligeramente picante, que hace que la carne prácticamente se derrita al llegar a la boca. Y unas patatas con pimientos de acompañamiento que refuerzan el sabor y la fuerza del plato.

Para finalizar, el postre, una deliciosa filloa y tarta de queso para compartir, mucho mejor que el pudín de chocolate de «Otoño en Nueva York».

Y de remate un chupito de orujo. ¿Quién da más?

Y en la sobremesa que insinuaba lluvia el otoño de la Casa de Campo se mostraba en todo su esplendor al lado del Lago.