Siemens Energy, que está en proceso de hacerse con el 100% de Gamesa, confía en que una mayor integración de su filial española sea un factor que impulse la actividad de construcción de aerogeneradores, en especial que solucione ciertos problemas los relacionados con un modelo de próxima generación. Un área en la que se enfrenta a una elevada competencia frente a otros constructores. “La integración de Siemens Gamesa ayudará a mejorar la rentabilidad del negocio eólico y le permitirá desarrollar todo su potencial”, manifestó el director ejecutivo de Siemens Energy, Christian Bruch.

En la presentación de los resultados, Bruch subrayó que también espera que la oferta lanzada por Gamesa por 4.050 millones de euros se cierre con éxito para el conjunto del grupo. Será una operación trascendente para la compañía con sede en el País Vasco, que dejará de cotizar en Bolsa y que deberá enfrentarse a una nuevo plan de recorte de plantilla. La filial española ha sido un obstáculo para el reparto de dividendos por parte de Siemens Energy y no obtendrá beneficios hasta 2025.

El ejercicio que la matriz, Siemens Energy, cierra en septiembre ha estado marcado por las incertidumbres del mercado, si bien se vislumbra el camino a una etapa con datos más sólidos. Ha presentado pérdidas de 647 millones de euros en 2022, cifra que implica un alza de un 15% respecto a 2021. La compañía, que agrupa los negocios relacionados con la energía, servicios y equipos al sector energético , presenta un mal comportamiento en Bolsa en los últimos doce meses, cotizaba a 24,6 euros por acción, frente a los 14,6 euros de ayer.

Si bien, Bruch destacó que las actividades de la división del gas y energía son sólidos, y que la cartera de pedidos presenta una evolución muy positiva al alza, hasta cerca de 97.400 millones de euros. En este contexto espera que Siemens Energy reduzca las pérdidas y que la facturación crezca, hasta alcanzar resultados positivos en 2024; Gamesa lo haría un ejercicio después, en 2025.