Las materias primas energéticas, minerales y metales cotizan con una elevada volatilidad en los últimos meses, a los factores alcistas, promovidos por la invasión de Ucrania por Rusia, se unen ahora los bajistas, que se basan en las incertidumbres económicas en el mundo. El Brent (referente en Europa) y otros petróleos, así como el gas, están muy lejos de la estabilidad, al igual que los metales más relacionados con la actividad industrial.

Si bien un mineral vuelve a cotizar cerca de los máximos históricos, el carbón. Los futuros de Newcastle, referente en Asia (el área del mundo con más producción y consumo) se acercan a los 400 dólares por tonelada, lo que implica una subida del 150% en el año, aunque el máximo fue de 450 dólares. Las causas son diversas, pero se resumen en dos: una demanda sólida que crece y unas perspectivas de producción que no aumenta a la misma velocidad.

El frío llega a Europa y los Gobiernos desarrollan políticas energéticas en las que se prioriza la seguridad en los suministros. Han conseguido la mayor parte de los países llenar sus reservas de gas natural, pero 2023 puede ser peor y más si la guerra continua. En este contexto, ninguna fuente energética es rechazada. La demanda de carbón crece, pero no solo por parte de las naciones europeas, también por China. Uno de los países beneficiados es India, que produce un carbón de elevada calidad para las centrales térmicas y para la siderurgia; sus exportaciones se multiplican.

Expertos en energía y entidades como la Agencia Internacional de la Energía (AIE) destacan el crecimiento de la demanda.  El director de la agencia,Fatih Birol, ha señalado que «la crisis energética global derivada por la invasión de Rusia sobre Ucrania ha provocado el despegue de numerosos países para utilizar otras fuentes de energía para sustituir la demanda de gas natural que Rusia ha retenido al mercado».

Y en Europa, ni solo es Alemania o Polonia los países que vuelven a potenciar el carbón para generar kilovatios. Francia ha anunciado esta semana la reapertura de una térmica que esta ubicada en el este del país para volver a producir electricidad, después de haberse cerrado en marzo. Además de la de Emile-Huchet, Francia cuenta con otra central que funciona a carbón, la de Cordemais, en la zona del Atlántico-Loira (noroeste del país).

En este contexto, las empresas mineras brillan en Bolsa. La multinacional Glencore marca récord desde los últimos cinco años, también la china Yanzhou Coal Mining, el mayor productor mundial de carbón, cotiza en máximos de los últimos doce meses.