Como hoy es el Día de Acción de Gracias, amaneció con ganas de acción pero al final fue otro día de desgracia, acumulando la novena caída consecutiva de los principales índices europeos. La «cumbre» entre Merkel, Sarkozy y Monti ha vuelto a poner de manifiesto que Alemania sigue en sus trece contra el BCE, contra los Eurobonos y, en general, contra el mundo.

Hasta que se produjo la rueda de prensa de los tres mandatarios, los índices europeos habían intentado la remontada e incluso había resistido el descenso de la deuda griega a la categoría de bono basura por obra y gracia de los innombrables de Fitch. Pero fue hablar la señora Merkel y darse cuenta todo el mundo de que la lección de ayer con su deuda no ha valido de nada y que va a necesitar nuevas raciones.

Para colmo, diversos analistas comienzan a dar por hecho que la Eurozona está ya en recesión de nuevo y las previsiones para el próximo año son cada vez más pesimistas. El caldo de cultivo para los mercados es cada vez más turbio y las aguas bajan cada vez más revueltas. No sería la última vez que los mercados hacen justo lo contrario de lo que se espera, pero tiene cada vez peor pinta.

Lo único bueno fue el intento de volver a la zona positiva en el último tramo y a pesar de que Wall Street estaba cerrado. Al final, no se pudo completar la remontada y se consumó la novena caída consecutiva. El Dax perdió un 0,54%, el FTSE un 0,24%, el CAC un ínfimo 0,01% y el Ibex un 0,23%.