La confesión del portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Gabriel Rufián, ante el pleno del Congreso del 21 de diciembre de este 2022 que termina, sonó solemne: “Antes que independentistas somos demócratas”. Y mirando al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, añadió: “No les dejaremos tirados en cuantas iniciativas legislativas planteen para democratizar el Estado”. Se refería al desbloqueo de la renovación del órgano de gobierno del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional, después de que la mayoría conservadora del tribunal de garantías rebasara el lunes, 19 de diciembre, todos los límites de la prudencia y el sentido común, se convirtiera en juez y parte y fusilara a Monstesquieu con una resolución, aprobada por la mayoría conservadora a petición del PP y Vox, que impidió al Senado tramitar la reforma para que el CGPJ renueve por mayoría simple a los dos miembros del TC con el mandato caducado que le corresponden.

La arremetida del Constitucional contra el Poder Legislativo ha sido encajada con el temple que caracteriza al jefe del Gobierno y a sus aliados de Unidas Podemos y el PNV. La provocación que buscaba esa derecha emberrechinada desde que perdió las elecciones ha quedado en un “flautus vocis”. La respuesta de Sánchez, acatando la resolución del TC, aprobada por seis votos frente a cinco, y anunciando el estudio de otras fórmulas para hacer prevalecer la Constitución y el orden democrático, recibe ahora el apoyo de ERC. Serán los grupos parlamentarios –los mismos que respaldaron la proposición de ley de desbloqueo– los que propongan la revisión legislativa más conveniente para que las derechas no sigan burlando la Constitución en la cúpula judicial. Así, al menos, lo insinuó el presidente Sánchez en un momento de su contestación a Rufián.

Distinta y mucho más distante fue la posición de la portavoz de Junts per Catalunya, Mirian Nogueras, para quien el PSOE y el PP son las dos caras de la misma moneda, pues los socialistas respaldaron todas las iniciativas del Gobierno de Mariano Rajoy contra el “procés”, incluida la suspensión temporal de la autonomía, que Nogueras confundió con la “democracia” hasta el punto de acusar al PSOE de haber “secuestrado la democracia”. Algo insólito en una persona que lleva ocho años de diputada y es miembro de la patronal del textil y de la moda catalana. El presidente Sánchez tuvo que recordarle que los socialistas defendían entonces (1917) la Constitución frente a los que querían hacer tabla rasa y proclamar la independencia de Cataluña y la siguen defendiendo ante una situación distinta como la que afecta a la renovación de los órganos constitucionales.

La intervención de Nogueras resultó provechosa para desmentir a la portavoz popular, Concepción Gamarra, quien había metido en el mismo saco a Puigdemont, Junqueras y Sánchez. Pues ya ve la de Logroño que ni son lo mismo, como dice ella y repite su partido, ni se le parecen en el blanco de los ojos. Al “raca-raca” de Gamarra contra el malvado Sánchez respondió éste con un mensaje didáctico: El PP sigue sin reconocer el resultado electoral de 2019 como si el Poder Judicial fuera suyo y no estuviera sometido al sistema democrático constitucional. Sánchez, que también recordó que el PP no ha respaldado ni una sola medida social adoptada por su Gobierno, desde la subida de las pensiones al salario mínimo interprofesional, pasando por el mínimo vital, el transporte gratuito o las becas a millones de jóvenes, remarcó la importancia de la renovación del TC ante los recursos de inconstitucionalidad que, eso sí, la derecha ha presentado contra todas las leyes progresistas, desde las que afectan a los gays, hasta la eutanasia o la reforma laboral.

La incógnita de si se podrá renovar a los miembros del Constitucional enrocados en sus cargos y desprestigiados por su obediencia ciega a las derechas podría quedar despejada si, ante la persistente voluntad del CGPJ de no designar a sus dos magistrados, el Congreso resolviera esa dejación asumiendo los nombramientos por mayoría absoluta. La pausa navideña permitirá en todo caso la reflexión y la tranquilidad necesaria para resolver el contencioso. Mientras tanto, feliz Navidad, amables lectores.