
Unai Sordo, secretario general de CCOO
Comisiones Obreras (CCOO) flexibilizó hoy su postura, tratando de atraer a la patronal CEOE a un acuerdo sobre salarios. El sindicato propuso que la marcha de las empresas sea un criterio determinante a la hora de activar las cláusulas de revisión salarial en un posible pacto con los empresarios. Para ello, sin embargo, debería crearse un índice, capaz de reflejar la situación de la empresa antes de decidir cuánto suben los salarios al final de un ejercicio.
El líder del sindicato, Unai Sordo, presentó hoy jueves su propuesta de creación de un índice que determine el estado de una empresa, y que se utilice para decidir cuánto tienen qué subir las empresas los salarios al comienzo de cada ejercicio.
CCOO, que trata infructuosamente de sellar un pacto salarial con la patronal CEOE, dificultado por la inflación, trató de suavizar su exigencia de incluir en dicho pacto unas cláusulas de revisión salarial que aseguren a todos los trabajadores —en empresas y sectores que se lo puedan permitir — subidas salariales iguales a la inflación.
El año pasado, la inflación interanual cerró el año en el 5,8%; tres puntos por encima del salario medio pactado por nueve millones de trabajadores amparados por convenios colectivos en 2022; lo que arroja una pérdida de poder adquisitivo de los citados tres puntos, como media. Tan solo una quinta parte de esos trabajadores podrán compensar la inflación, siquiera parcialmente, al contar con dichas cláusulas en sus convenios colectivos (apenas la mitad de ellos con efectos retroactivos).
Un índice con datos públicos
La propuesta de Unai Sordo se centra en elaborar un índice, con datos públicos, que refleje el estado de empresas y sectores; una tarea “relativamente sencilla”, según Sordo, al tratarse de datos que ya existen; extraídos de las siguientes fuentes: Agencia Tributaria, Tesorería General de la Seguridad Social, estadísticas del ministerio de Trabajo y del Instituto Nacional de Estadística (INE), y, por último, de la Comisión Nacional Consultiva de Convenios Colectivos.
“Pedimos la colaboración al Gobierno, al ministerio de Hacienda y al ministerio de Trabajo para elaborar ese índice”, dijo.
La idea es incluir esas cláusulas de revisión salarial en un pacto nacional, el llamado Acuerdo Nacional para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC). Un marco orientativo cuya negociación fracasó el pasado mes de mayo, debido precisamente a la exigencia sindical de incluir dichas cláusulas, que CEOE rechazó.
De este modo, los convenios incluirían esas cláusulas ligadas, no solo a la inflación, sino también a la situación real de empresas y sectores, a fin de determinar el alza salarial al final de cada ejercicio, en una época marcada por la alta inflación.
“Estamos por la labor de que se ligue a la marcha económica real de las empresas y de los sectores. Esto es lo que habitualmente la CEOE quiere hacer. Asumimos el reto, pero cojamos el toro por los cuernos. Dotémonos de un índice para que en las mesas de negociación colectiva, que son más de 1.000, tengamos en cuenta la marcha real de las empresas”, explicó el sindicalista.
El Gobierno debe decidir la subida del salario mínimo
El año ha comenzado sin una referencia para los negociadores de convenios colectivos, al igual que lo hizo 2022; debido a las diferencias que la alta inflación ha introducido entre los sindicatos y la patronal.
Unas diferencias que también se han trasladado a otra mesa, la del salario mínimo interprofesional (SMI), donde el Gobierno debe decidir, en los próximos días, cuánto sube este umbral mínimo de las rentas del trabajo.
Hoy el líder de CCOO reclamó al Gobierno que decida ya una cifra, una vez que el ministerio de Trabajo reconoció ayer que apurará el mes de enero para tratar de consensuar una cifra con sindicatos y empresarios.
Los empresarios se decantan por una subida del SMI del 4% para este 2023; la mitad de la exigencia que mantienen sus interlocutores sindicales, que abogan por al menos un 8%, en la parte alta de la horquilla manejada por el Gobierno, expresada en una documento presentado por el comité de expertos.
De hecho, UGT aboga por subir un 10% el SMI en 2023, hasta los 1.100 euros en catorce pagas (cifra algo superior a la que defiende CCOO); y por revisar además esa cifra a mitad del año, en caso de que la inflación continúe disparada.
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