
Francisco Reynés, presidente ejecutivo de Naturgy
El año que acaba de comenzar podría ser más complicado para que los países importadores de gas llenen sus tanques que aseguren el suministro de los meses en los que la demanda es más elevada. Si bien, el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, ha descartado que España vaya a tener problemas para asegurar la demanda de los próximos meses en un entorno marcado desde hace casi un año por la guerra de Ucrania y a la que los expertos no perciben un final a corto plazo.
Reynés, quien intervino este jueves en un foro organizado por La Vanguardia, basó su aseveración en la garantían que aportan las infraestructuras existentes que sirven para la recepción de gas, transformación si se utilizan las plantas de regasificación y su posterior distribución. Es más flexible que la de otros países europeos, en su opinión, con la capacidad para recibir el hidrocarburo por gasoducto, como el que transporta gas desde Argelia, o por barco. Lo que parecía un riesgo se ha convertido en un aspecto positivo.
No obstante resaltó que nos enfrentamos a un año complicado, También apuntó a una cuestión que puede ser más difícil de cerrar de forma rápida y positiva: las negociaciones con Argelia. Naturgy es un actor protagonista para que España logre un acuerdo satisfactorio con el país magrebí en precios, condiciones y garantías en la compra de gas all que ha sido y sigue siendo un suministrador clave, pese a la presencia creciente de Estados Unidos. Y subrayó que en 2023 las conversaciones con su directo interlocutor, la empresa argelina Sonatrach, serán más complejas. Añadió que la situación aún no es muy cierta, «pero llegaremos a un acuerdo aunque no puedo asegurar que sea ni fácil ni rápido».
Si bien ha descartado que la crisis política entre España y Argelia originada por las decisiones del Gobierno español respecto al Sáhara Occidental haya impactado en las negociaciones sobre el precio del gas suministrado. Naturgy y Sonatrach alcanzaron un acuerdo en octubre de 2022, aunque solo para ese año. Ahora las empresas siguen negociando para las cláusulas que se aplicarán este año.
Reynés volvió a defender la idoneidad del proyecto Geminis, que tiene como objetivo segregar el grupo en dos compañías y que fue paralizado por la crisis energética, pero destacó que el escenario es muy complejo, en el que inciden varios relevantes factores, lo que obliga a priorizar la prudencia.
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