Los bancos de la zona euro deben ser más selectivos con los clientes que hacen apuestas arriesgadas en los mercados financieros, como los ‘hedge funds’ o fondos de cobertura, y ser más prudentes en la gestión de su exposición a ellos, advierte el Banco Central Europeo (BCE).
Esta advertencia es una muestra más de cómo los supervisores están intensificando el control sobre las entidades no bancarias o la denominada ‘banca en la sombra’, que ya supone aproximadamente la mitad del sistema financiero mundial.
La banca en la sombra se disparó tras la crisis financiera mundial iniciada en el verano de 2007 tras el desplome del mercado de hipotecas subprime en EEUU. Fue una respuesta al incremento de la regulación de los banco. Según el Consejo de Estabilidad Financiera del G20, su volumen supera los 240 billones$.
Pero el problema central es el “apalancamiento oculto”, en el que fondos de cobertura o firmas de intermediación financiera piden dinero prestado a los bancos para operar y acceder a liquidez. Y lo hacen con notable opacidads.
El presidente del Consejo de Supervisión Bancaria del BCE, Andrea Enria, reclama a los bancos que sean más exigentes con este tipo de clientes y que se atrevan a rechazar una operación cuando ésta sea demasiado arriesgada.
“El hecho de que un cliente no facilite información debería dar lugar a un enfoque más conservador en materia de garantías, márgenes y límites, o incluso al rechazo o la exclusión de clientes”, argumenta Andrea Enria en su blog.
El entorno de tipos bajos de interés ha “incentivado a algunos bancos a aumentar el volumen de servicios de mercado de capitales prestados a contrapartes más arriesgadas y menos transparentes, incluidas instituciones financieras no bancarias, como ‘hedge funds’ y ‘family offices’ (instrumentos de gestión de patrimonio familiar)”.
Tras la quiebra del ‘family office’ Archegos en 2021, que causó grandes pérdidas a Credit Suisse y a otros grupos, el BCE llevó a cabo una revisión de la forma en que los bancos de la Eurozona gestionan el riesgo de que un cliente incumpla un contrato de derivados.
El BCE también examinó los vínculos entre bancos y operadores de materias primas y empresas energéticas a raíz de la volatilidad en esos mercados debido a la invasión de Ucrania por Rusia.
Enria reconoce “algunos progresos”, pero también que el BCE detecta “varias deficiencias materiales”, que van desde la cantidad de garantías que los bancos exigen a estos clientes hasta los términos legales de sus contratos.
Los términos legales de los contratos de derivados “parecen haberse relajado bajo presión comercial”. Y no siempre se han tenido en cuenta los indicadores de alerta temprana, como la puntualidad en el pago de garantías.
Avisa que el BCE “utilizará todo el espectro de herramientas de supervisión para garantizar que los bancos supervisados subsanen rápidamente las deficiencias”.
El BCE puede recurrir a las exigencias “cualitativas”, como que un banco refuerce sus controles, pero también aumentar sus requisitos de capital y liquidez si considera que sus peticiones no se han tenido en cuenta.
También pide a los bancos que realicen “pruebas de resistencia” internas para el riesgo de crédito contraparte, y “simulacros de incendio” de su capacidad para cerrar la relación con un cliente cuando ésta se haya deteriorado.
Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.