En el primer aniversario de las elecciones la Generalitat anuncia una nueva vuelta de tuerca para lograr el gran objetivo programático de Artur Mas, lograr un pacto fiscal para Catalunya similar al que tiene el País Vasco. El portavoz del Govern, Francesc Homs, anunció en una entrevista a TV3 que “este mes de diciembre se aprobará el proyecto de ley de consultas populares, con la mirada puesta en el pacto fiscal”.

Como los números son los que son y la aritmética parlamentaria no facilita la consecución de este objetivo, la iniciativa catalana pretende forzar la negociación. “No tenemos la aritmética parlamentaria que necesitamos en el Congreso, pero tenemos la mayoría de la fuerza social de Catalunya, y tenemos que demostrar que tenemos esta mayoría y por eso haremos la consulta”. El portavoz defendió la necesidad de aprobar la ley de consultas porque “tenemos que tener un instrumentos de carácter democrático para plantar cara a esa hipotética decisión de que del pacto fiscal no quieren ni oír hablar”.

Seguro de que si se llega a realizar los resultados serán contundentes, aseguró Homs, que añadió que “al Govern no le temblará el pulso y liderará este movimiento cívico, democrático y pacífico, pero claro de reivindicación de aquello que nos pertenece” y como consecuencia el gobierno central se tendrá que pronunciar “si quiere gobernar contra toda Cataluña”.

El PP se ha mostrado “dispuesto a hablar” sobre este tema, tanto en campaña como después, aunque consideran que esta no es una prioridad. Esta misma filosofía la defendió la presidenta de los populares catalanes, Alícia Sánchez Camacho, al recordar que “sólo hace una semana de la celebración de las elecciones” y reclamó de la Generalitat “prudencia y serenidad”. Sánchez Camacho insistió en que Rajoy está dispuesto a tratar cualquier propuesta, “pero ahora la prioridad en el conjunto de España y también en Cataluña es otra: un gran pacto para la recuperación económica y la salida de la crisis”.