¿Hay alguien a quien no le gusten las croquetas? Aunque se trata de una de las especialidades de nuestra cultura culinaria, esta delicatessen tiene un origen francés, estando datado su primer registro histórico por parte de un cocinero de la corte de Luis XIV. Esta semana se celebra su día y por eso proponemos una sabrosa selección para homenajear este bocado tan querido y demandado en España.

De ibérico y leche de oveja. Desde su apertura, en Arzábal Retiro han tenido muy clara su filosofía: ofrecer productos de máxima calidad en un ambiente donde la barra tiene un gran protagonismo. Ahora acaban de presentar una nueva carta de barra con la que pretenden rendir homenaje a las tabernas, y no falta uno de sus platos estrella, las croquetas. Y es que aquí se puede disfrutar de uno de los grandes hits de la cocina arzabalera: las croquetas de ibérico con leche de oveja latxa, imprescindible para los amantes de este bocado. Precio ración: 17 euros.

De rabo de toro. Con sus dos restaurantes, uno en Salesas y otro en el barrio de Chamartín, Casa Orellana ha ido conquistando al público madrileño con una propuesta castiza, de barra de picoteo y casa de comidas. Todo ello, dentro de un espacio dispuesto para hacer honor al aperitivo, donde el tapeo y mojar pan están a la orden del día, gracias a exquisitos bocados que tienen siempre el foco principal sobre el producto. Entre sus entrantes y como tapa destacada hay que probar sus famosas croquetas de rabo de toro. Precio unidad: 3 euros.

Exquisitez con wagyu. Ikigay es uno de los restaurantes japoneses con más personalidad de la capital. Entre sus propuestas de fuera de carta, el chef propone una korokke con cecina de Wagyu, una croqueta japonesa que originalmente se elabora con patata machacada en sustitución de la clásica bechamel, pero que elaboran con un puré de estilo Robuchon muy fluido. Esta korokke es un préstamo directo de las croquettes francesas, uno de los platos foráneos que se japonizaron en plena era Meiji y que hoy en día constituye uno de los picoteos nipones más populares. Está buenísima.

De boletus. El chiringuito urbano de Manero, Estimar y Casa Elías (una auténtica garantía de buena cocina, exquisitos mariscos y salazones y arroces de primera), nos propone sus deliciosas croquetas de boletus y jamón ibérico. En Mar Mía, ubicado en el nuevo hotel de diseño Ocean Drive Madrid, y con una base de la receta tradicional, las elaboran (junto con el jamón ibérico), con deliciosos hongos mezclados con leche fresca de vaca. Uno de sus secretos es incorporar poca carga de harina, para que sean muy melosas. Precio unidad: 3,50 euros.

A la andaluza. En el lobby del hotel Only YOU Málaga se encuentra Carmen, un restaurante de cocina “non stop” que ofrece una propuesta gastronómica de alta taberna perfecta para compartir. Aquí, el chef Pedro Hervás prepara unas croquetas de jamón de lo más cremosas que también se pueden disfrutar en Lola, restaurante situado en la séptima planta del hotel (con unas impresionantes panorámicas de la ciudad malagueña), donde ofrecen una carta basada en la cocina de mercado que pone especial atención en la calidad de la materia prima. Precio media ración: 6,50 euros / Precio ración: 12,50 euros.

Al estilo tradicional. Cadaqués es un punto de encuentro para los amantes de la buena mesa, de la cocina mediterránea y del producto de proximidad tratado con las técnicas más respetuosas, como el fuego. Además de disfrutar de una selección de mariscos del día o de sus arroces hechos a la leña, en esta casa no fallan las croquetas de jamón, siguiendo una receta casera que toma como referencia la cocina de los abuelos de los propietarios: hierven un hueso de jamón ibérico en la leche antes de preparar la bechamel para aportar al bocadito un aroma natural que, además, permite alargar la sensación en boca. Precio ración: 12 euros.