El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, inicia la reunión del Eurogrupo asegurando que es «optimista» de cara a limitar las consecuencias de la crisis motivada por la escalada en los precios de la energía a raíz del ataque de Rusia a Ucrania y evitar una «profunda recesión», aunque admite que habrá una «contracción» en la economía de la Unión Europea (UE).

«La situación económica sigue siendo incierta pero tenemos noticias alentadoras», asegura, al tiempo que avisa que «la posibilidad de evitar la recesión y, tal vez, entrar en una contracción más limitada y superficial depende, en gran medida, de las políticas».

Esto exige trabajar para encontrar un acuerdo sobre las normas fiscales, el apoyo a la competitividad y la inversión y la coordinación de las políticas fiscales de los Estados miembro para hacer frente a los elevados precios de la energía.

El vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Domvrobskis, subraya la evidencia de algunos signos «positivos», como la fortaleza del mercado laboral, o las indicaciones de que la inflación habría alcanzado su «pico», aunque insiste en permanecer «alerta» y en seguir atajando los altos precios de la energía y en almacenar suministros para encarar el próximo invierno.

En sintonía con la carta remitida por la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, a los Estados miembro el viernes 13 de enero, Domvrobskis ha abogado por reforzar el mercado europeo antes de empezar a trabajar en la adaptación de las normas sobre ayudas estatales para hacer frente a la escalada de precios energéticos o el impacto de la ley de subsidios estadounidense en la competitividad de la industria europea, todo ello sin poner en riesgo la transición verde.

Por su parte, el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, ha coincidido en la necesidad destacada por Bruselas de reindustrializar la UE al tiempo que se favorecen los proyectos verdes, algo que debe ir de la mano de una reforma del mercado energético que «disocie» el precio de las energías verdes y fósiles y que sea del interés de los 27 Estados miembro. «Es una cuestión de justicia y de eficiencia climática», argumenta.

«Nuestra prioridad es agilizar todos los procedimientos de autorización de ayudas de estado sin poner en riesgo el buen funcionamiento del mercado de interior, garantizando un trato igualitario para todas las empresas en todos los países de la UE», aporta la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño.

«Tenemos que tomar nuestras propias decisiones, no dejar que otros las tomen por nosotros, y actuar unidos», ha incidido el ministro de Finanzas belga, Vicent van Peteghem, quien insta a perfilarlos sectores estratégicos más importantes, cuáles necesitas subsidios y qué inversiones son necesarias. Esto supondría una buena respuesta europea al programa de subsidios verdes de Estados Unidos.