Las divergencias entre Iberia y el máximo accionista de Air Europa, Juan José Hidalgo, vuelven a emerger en la última etapa para cerrar el acuerdo definitivo para la compra por la compañía del grupo IAG. Hidalgo se apoya en los mejores datos conseguidos por la línea aérea para reclamar que la compañía que preside Javier Sánchez-Prieto mejore las condiciones para su adquisición. Iberia tiene desde agosto el 20% de la aerolínea creada por Hidalgo por la conversión de un préstamo de 100 millones de euros en capital.

La valoración de la compañía aérea que sigue formando parte de Globalia ha estado marcada desde que se alcanzó un acuerdo previo con Iberia por la crisis de la pandemia, que puso bajos mínimos la actividad de las aerolíneas. Como consecuencia el precio a pagar pasó de los 1.000 millones de euros a 500 millones, una rebaja del 50%.

Si bien el escenario que emergió con la paulatina recuperación del transporte aéreo trajo consigo diferencias entre comprador y vendedor. En medios del sector se conocieron contactos entre Hidalgo y compañías europeas competidoras de Iberia, como Air France y la alemana Lufthansa, así como con otros posibles inversores. No obstante, la empresa del grupo IAG cuenta ahora con exclusividad en las negociaciones para tomar el control de Air Europa.

Mientras, el Gobierno español intenta que la operación se cierre en este primer trimestre de este año, y con este objetivo ha promovido un encuentro con ese fin al considerar que la toma de control de Air Europa por Iberia es una operación de interés nacional. Queda además una cuestión a resolver: la devolución de la deuda que la familia Hidalgo tiene con el Estado español.

En este contexto, el presidente de Iberia, Javier Sánchez-Prieto, ha manifestado que quiere tener cerrada la compra de Air Europa durante este año. «Tiene que ser el año en el que seamos capaces de convencer a las autoridades de competencia» respecto a los aspectos positivos de la transacción.

Si bien si las conversaciones no se cierran de forma positiva en un lapso razonable de tiempo, la compañía del consorcio IAG está dispuesta a renunciar a la operación. «Si no somos capaces de hacerlo en un cierto período de tiempo, también será mucho mejor pasar página y continuar, como estamos haciendo hasta ahora, con el desarrollo de hub de Madrid», ha añadido Sánchez-Prieto durante el foro Hotusa.

Mientras, Iberia trabaja para presentar una oferta que elimine las reticencias de la Comisión Europea y de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que España porque podría impulsar la conectividad con Asia, un mercado clave para el turismo y con el que España tiene poca conectividad: sólo un 5% del total de vuelos en Madrid y un 6% en el aeropuerto de Barcelona.