El independentismo catalán se desmorona. Este jueves quiso escenificar ante los socios franceses de España que siguen vivos y que les queda cuerda para largo. Pero ocurrió todo lo contrario: escasa participación y pitidos fue lo que se encontraron los dirigentes del procés.

Habían previsto una manifestación ante la cumbre hispano-francesa que se celebraba en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), sede de la Cumbre. Algunos de los asistentes llegaron a asegurar que los pocos manifestantes concentrados eran jubilados y funcionarios, mientras los pitidos y gritos intentaron quitarle la sonrisa a Oriol Junqueras, quien intentó quitarle importancia a la situación.

Los independentistas tan proclives a mostrar su fuerza en cualquier acto internacional que les publicite más allá de las fronteras españolas salieron más que chamuscados porque la imagen que han dado es que todo está cambiando, que han perdido fuerza, que están divididos y que sus seguidores están más que cansados después de más de cinco años. En resumidas cuentas, que el movimiento independentista se está debilitando.

Ni que decir tiene que esta imagen, retransmitida fuera de España, también traspasó las puertas del Museo Nacional de Arte de Cataluña donde los presidentes Enmanuel Macron y Pedro Sánchez celebraban una cumbre de cooperación entre Francia y España, donde entre otras muchas cosas se acordó desde una mayor cooperación entra ambos países hasta la llegada de los AVE de Renfe a París.

El presidente del Gobierno español vino a demostrar que su tira y afloja en el diálogo que mantiene con los políticos independentistas va por el camino que él deseaba, pocos avances, algún guiño que otro, pero frenando, dividiendo y cansando al procés. Entre esos guiños se encuentra la reforma del Código Penal que ya el barómetro del CIS le ha quitado la razón al recortar a 1,7 puntos la diferencia en la intención de votos entre el PSOE y el PP.

Y por otro lado, Sánchez también ve reforzada su posición en el ámbito europeo, al codearse con Macron y demostrar que España y sus propuestas son cada vez más tenidas en cuenta entre los socios europeos. La mayor bajada de la inflación entre los países de la UE, los precios más bajos de la luz, uno de los mayores crecimientos del PIB previsto para este año… son datos que le refuerzan en el panorama europeo, y ya veremos como saca rédito para las elecciones a las que debe enfrentarse este año, primero en comunidades y ayuntamientos y luego en las elecciones generales.