En la última década hemos tenido una gran cantidad de elecciones en nuestro país donde el precio del voto se ha ido poniendo más y más caro para los partidos políticos.
Hemos pasado de un bipartidismo a una imposibilidad de gobernar sin coaliciones con otros partidos minoritarios y de repente el voto al “mal menor” de antaño ha mutado y no solo dos partidos deciden la dirección en nuestro país.
A pesar de que alguno de estos partidos pueda producirnos urticaria a muchos demócratas entendemos que la mayor pluralidad en el Congreso y Senado de cierta manera representa mucho mejor a una España con 17 Comunidades Autónomas y 52 provincias con necesidades muy diferentes.
A la provincia 53, que es la exterior no se la representa de ninguna manera ya que diluimos nuestros más de 2 millones votos entre los del resto de compatriotas y no tenemos ni la posibilidad de llevar nuestras demandas de manera directa al Congreso de los Diputados.
Sin entrar en la discusión sobre la circunscripción exterior que ya disfrutan en Italia, Francia, o Portugal, la pelota sobre el peso de los votos de los emigrantes esta ahora mismo en nuestro tejado, y la primera prueba de fuego serán las elecciones autonómicas donde debemos hacer saber que nuestro voto ha vuelto.
Muchos Consulados Generales en el mundo están ahora mismo comprobando el censo electoral de sus demarcaciones, mandando emails individuales a los registrados y este esfuerzo en ocasiones cae en saco roto.
Hace unos días al preguntar a un grupo de españoles, uno de ellos me decía que, a pesar de haber visto el email, el esfuerzo de escanear pasaportes o rellenar un formulario no “le compensaba” y que solo era un voto que no iba a afectar en nada el resultado electoral.
Para esta persona el que hayan derogado el voto rogado no es importante, no le afecta…pero si en algún momento tiene que retornar al país, no les quepa duda de que se quejará del estado de la sanidad, la educación, o la falta de ayudas al retorno de la emigración de su región de Murcia.
Para las elecciones autonómicas de mayo, y como recuerda Marea Granate en sus redes sociales, los residentes permanentes en el exterior han de estar inscritos en el consulado que les corresponda y aquellas personas no inscritas tienen de plazo hasta el 31 de enero para hacerlo.
No podemos ser cómplices con la inacción de la subida al poder de señores como el vicepresidente de la Comunidad de Castilla y León, con el que muchos sentimos vergüenza ajena de manera continua. Sus últimos capítulos con temas de gravedad como el del aborto son otra ficha más en su casillero, y tras ser negado incluso por las Anas Rosas de la televisión y los Jiménez Losantos de las ondas radiofónicas, se le augura una corta vida como político…o al menos así debería ser, aunque en su partido estas bravuconadas le pueden alzar a ser promocionado e ir a Madrid con el resto de los machos alfa.
En Castilla y León los datos de 1 de enero de 2022 mostraban que un 8% de la ciudadanía de esta región viven en el exterior y serian la 5 provincia en número de habitantes con más de 183 mil votantes, 70 mil más que en 2009, y es un numero considerable y a tener en cuenta en el caso de que se decidieran adelantar las elecciones.
Como decía hace unos meses en otro artículo de opinión este potencial incremento en números de votos se va a notar en unas provincias más que en otras.
En Castilla y León, Zamora lidera en emigración y tiene a un 14% de su ciudadanía en el exterior, seguida por León con un 12%, y aun siendo una cifra alta, dista bastante de la comunidad autónoma con mayor proporción de emigración: Galicia.
Provincias como Ourense tiene más de un tercio de su población en el exterior y Lugo más de un quinto.
Hace unas semanas se solicitó que el Consejo General de la Ciudadanía Española en el exterior opinara acerca de la disposición de urnas electorales en las demarcaciones consulares. El CGCEE pudo ofrecer su visión sobre la posibilidad de votar presencialmente en urnas habilitadas en diferentes ciudades, teniendo en cuenta que algunas de las demarcaciones consulares superan el tamaño de España
Según la página del gobierno infoelectoral.interior.gob.es aparte de votar por correo postal certificado no más tarde del quinto día anterior al día de la elección podremos “depositar personalmente el voto en las urnas dispuestas para ello en su Embajada o Consulado o en los centros habilitados para ello, entre el octavo y el tercer día, ambos inclusive, anteriores al día de la elección.”
Pero ahora a diferencia de cuando nos hacían rogar el voto “las Delegaciones Provinciales de la Oficina del Censo Electoral remitirán de oficio a la dirección de la inscripción de cada persona de nacionalidad española inscrita en el censo de los electores residentes-ausentes que viven en el extranjero” la documentación necesaria.
Algunos partidos solo se esforzarán por conseguir votos en “sus” lugares seguros y dónde han creado sus redes a través de asociaciones y organizaciones que en muchas ocasiones están dirigidas desde partidos políticos en Madrid.
Latinoamérica sigue siendo el objetivo y como ya decía hace meses, “así nos lo demuestran constantemente con los continuos viajes de gerifaltes visitando una y otra vez las mismas plazas mientras que se olvidan de la emigración más reciente, a partir del 2009, con destino hacia Europa principalmente.”
Sea lo que sea esta vez hay que votar y no buscar excusas.
En algunos de los últimos comicios el voto exterior ha representado poco más del 3% de los posibles votos de la diáspora y solo si esta cifra se multiplica por 10 y llegamos al 30% de la participación tradicional en el exterior, se podría traducir en que se nos tenga en cuenta.
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