Alemania se ha unido al proyecto H2Med y esta futura infraestructura energética adquiere así una nueva dimensión, y con mejores cartas para acceder a los fondos comunitarios. El acuerdo, que se ha alcanzado entre el presidente de Francia, Emmanuel Macron y el canciller de Alemania, Olaf Scholz, en la cumbre bilateral de este fin de semana, eleva la categoría de la tubería que transportará hidrógeno verde desde Barcelona a Marsella. Será un plan paneuropeo que podrá llevar esta energía del futuro no solo al centro de Europa, también a los países del este que son las más dependientes de Rusia.

«Hemos decidido alargar el H2Med, que gracias a fondos europeos unirá Portugal, España y Francia, hasta Alemania al concluir la cumbre francoalemana celebrada en París», ha manifestado Macron. Mientras, el canciller alemán ha subrayado que el gasoducto es un buen proyecto de futuro, «estoy muy contento de que estemos trabajando desde hace tiempo en esa dirección”. Llevará el hidrógeno hasta los principales centros de consumo industrial de Alemania, y “sin duda”, en palabras de Macron podrá ampliarse hacia los socios de central y del este de Europa.

Para Alemania es un proyecto clave para avanzar hacia la descarbonización de su economía: en la actualidad, a falta de energías renovables y con las centrales nucleares a la baja, ha optado por volver a quemar carbón. Ahora, después de este pacto, se creará un grupo de trabajo de los países que forman parte del H2Med con el objetivo de alcanzar recomendaciones y conclusiones a finales de abril. Además la invasión de Ucrania por Rusia ha promovido con fuerza el interés alemán por la energía que aporta el hidrógeno verde en línea con el objetivo de reducir al mínimo la dependencia de Moscú.

El proyecto original entre la Península Ibérica y Francia suponía una inversión de unos 2.500 millones de euros, que se elevará de forma sustancial con el nuevo trazado y con una elevada posibilidad que se amplíe hacia el este. Si bien, al tomar una dimensión que puede beneficiar casi al conjunto de la UE mejora, las bazas para contar con el dinero comunitario. Francia intenta de nuevo que se considera hidrógeno verde el producido por centrales nucleares y no únicamente por centrales renovables.

La incorporación de Alemania ha sido bien recibida por el Gobierno español. El ministerio de Transición Energética destaca el apoyo al corredor verde de la energía. Y usando varios argumento el presidente Pedro Sánchez ha destacado que refuerza la seguridad energética y la autonomía de la UE en un contexto en el que es imprescindible que los europeos sean solidarios para reducir la dependencia energética.

Reitera, asimismo, que el H2Med promueve la ambición de Europa en su neutralidad climática y cumple la voluntad de España de “situarse a la cabeza de la carrera por la transición energética, liderando el desarrollo de las energías renovables, con vocación también de ser un referente en el hidrógeno”.