Declarando, la plataforma online de asesoramiento fiscal a autónomos, prevé que los autónomos con tan solo doce meses de antigüedad en este régimen y, por tanto, sin posibilidad de tomar como referencia el beneficio obtenido con su actividad durante varios años para calcular su base de cotización a partir de 2023, terminarán pagando una cuota de 230 euros o de 260 euros (las dos más bajas de los 15 tramos de que consta el nuevo sistema), teniendo en cuenta la moda, la media y la mediana de sus beneficios.

Para llegar a esta conclusión, Declarando ha analizado los datos registrados en su plataforma referidos a los autónomos que se encuentran en los 12 primeros meses de actividad.

Grupos profesionales con mayores y menores beneficios

Teniendo en cuenta la actividad informada por cada autónomo en la plataforma, se descubre que los programadores, informáticos, diseñadores web y consultores son los que mayores beneficios tienen en el primer año de actividad en comparación con el resto. Su media anual se sitúa por encima de los 30.000 euros y el límite superior de beneficios supera los 90.000 euros.

En un estadio medio se sitúan los arquitectos, aparejadores, delineantes, diseñadores gráficos y profesionales de la publicidad, la comunicación y el marketing con unos beneficios medios por encima de los 12.000 euros y un límite que supera los 35.000.

Los profesionales de comercio al por menor, ecommerce, profesores de idiomas y agentes comerciales e inmobiliarios son los que menos beneficios logran en el primer año de actividad en comparación al resto de grupos de profesionales. Su media de beneficios se sitúa en el entorno de los 5.000 euros y el límite superior se aproxima a los 20.000 euros. Su menor volumen de beneficios acreditado se debe a que, durante su primer año de actividad, tiene afrontar gastos superiores a los demás grupos a la hora de construir su base de clientes.

Programadores, informáticos, diseñadores y consultores, los que más pagarán

A partir de este nivel de beneficios declarados en los 12 primeros meses de actividad profesional, Declarando llega a la conclusión de que el grupo constituido por programadores, informáticos, diseñadores gráficos/web y consultores, que coincide con el que obtiene mayores beneficios, será el que más pague por cuota de autónomos, entre los 320 y los 500 euros.

Por su parte, el grupo formado por arquitectos, aparejadores, delineantes; profesionales de la publicidad y el marketing y agentes comerciales e inmobiliarios pagarán como máximo 350 euros.

En la base de la escala, donde se sitúan los que pagarán la cuota mínima; es decir, 230 euros, se sitúan profesores de idiomas, profesionales del comercio al por menor y del ecommerce.

El valor de la tecnología para prever beneficios futuros

Como se recordará, a partir del 1 de enero de 2023, para elegir la base de cotización, los autónomos tendrán que calcular los rendimientos netos que piensan obtener por su actividad; es decir, la diferencia entre los ingresos y los gastos, incluyendo la deducción por gastos genéricos, que será del 7% para todos los autónomos, menos para los societarios, que se reduce al 3%.

El nuevo sistema establece una cuota fija de 80 € al mes el primer año, con independencia de que los rendimientos estén por debajo del salario mínimo interprofesional (SMI). Si el segundo año los rendimientos están por debajo del SMI, se mantendrá esta cuota de 80 €. Pero si se supera el SMI, el autónomo dejará de tener derecho a la tarifa plana.

A partir de ese momento, los autónomos elegirán la base de cotización que les corresponda en función de los rendimientos previstos, y además deberán comunicársela a la Seguridad Social en forma de declaración jurada a través de la sede electrónica.

No obstante, como ningún autónomo cuenta con una bola de cristal para saber lo que le deparará económicamente el ejercicio, podrá cambiar la base de cotización hasta seis veces al año para ajustarla a sus ingresos reales. Es decir, cada dos meses podrá recalcular los ingresos y gastos de su actividad y tendrá que comunicárselo a la Seguridad Social.

En este nuevo contexto, la tecnología puede convertirse en un gran aliado de los autónomos a la hora prever sus beneficios futuros y poder así elegir la base de cotización que les corresponda. A este respecto, Marta Zaragozá, CEO de Declarando, considera “imprescindible que los autónomos dispongan de una herramienta de contabilidad que les permita realizar estimaciones del beneficio de la forma más ágil posible, considerando que una buena previsión debe tener en cuenta la estacionalidad de los rendimientos o las tendencias crecientes y decrecientes de los mismos”.