De un contratiempo entre un estudio de arquitectura y un constructor, surgió la oportunidad de negocio.

Con el edificio restaurado y listo para entregar las llaves, un estudio de arquitectura madrileño se encontró que el promotor, que les había encargado el trabajo de rehabilitación, no podía pagarles. Tenían 18 apartamentos a punto de ser estrenados en una zona estupenda de Madrid, Atocha y ahí surgió la bombilla. Ellos viajaban mucho por Europa y ahí se alojaban en unos lugares que no eran un hotel, ni un apartamento privado al uso, era un híbrido. Se les ocurrió que podía ser una forma de negocio y aún inédita en España. Así nació Balconies Art, dada la cantidad de balcones que tenía el edificio y a que estaba pegado al triángulo del arte madrileño. La acogida fue mejor de lo esperada. Y se lanzaron a rehabilitar otro edificio para darle esa función. Lo encontraron en Recoletos, al que le sacaron once apartamentos y acaban de incorporar el tercer proyecto junto a la Gran Vía.

“Nos imaginábamos cómo nos gustaría encontrarnos un apartamento cuando viajáramos fuera de España”, según Juanjo Aranda, socio fundador de Balconies. Para su último proyecto en la calle Cedaceros de Madrid, han concebido unos apartamentos cuyas superficies oscilan entre 40 m2 – 120 m2. El edificio en el que tuvo su estudio el arquitecto Antonio Palacios(1876-1945), cuenta con un total de 28 alojamientos de diseño repartidos en 6 plantas. Son estudios y apartamentos de una y dos habitaciones y áticos con terraza. Entre los servicios que ofertan, se incluye el servicio de limpieza diario en todas las habitaciones, parking propio en el edificio, piscina exterior en la azotea y la posibilidad de contratar un chófer para desplazamientos en la ciudad o turísticos, así como los servicios de un chef para eventos privados en los apartamentos.

Precio por noche, entre 100 y 250 € según apartamento y temporada.