El año 2022 se cerró con un aumento del paro y un brusco frenazo de la ocupación. Sin embargo, los datos, con ser malos, esconden en su interior señales de la profunda transformación que vive el mercado laboral. De hecho, si hablamos solo de empleo indefinido, el trimestre arroja un balance positivo para el empleo. Incluso la honda pérdida de empleo autónomo puede ser vista a veces como síntoma de recuperación. Sin embargo, quizás el mejor indicador luzca en el dato desestacionalizado de ocupación, anclado en el cero, y reflejando así la incertidumbre con que se cierra el año 2022.

La encuesta de población activa (EPA) conocida hoy revela datos sobre la honda transformación que atraviesa el mercado laboral. Por un lado, refleja un frenazo del empleo, que pierde empuje desde el crecimiento del 2,6% anual del tercer trimestre, al 1,4% del cuarto.

Sin embargo, la destrucción de empleo se corresponde con la reordenación del empleo temporal. De hecho el personal con contrato indefinido aumenta en 365.000 personas en el trimestre. Y son los temporales los que aportan toda la destrucción de empleo; unos 400.000 ocupados menos solo en el trimestre.

De todos modos los datos de ocupación reflejan cierto enfriamiento. Y cómo están reaccionando las empresas ante las turbulencias. Y lo hacen optando en mayor medida por el contrato por horas.

De hecho, en el trimestre, el contrato por horas crece en casi 160.000 ocupados. Y es el tiempo completo el que recoge toda la pérdida de empleo, con 240.000 ocupados menos.

No así a lo largo del último año, cunado el empleo a tiempo parcial apenas creció en 45.000 personas; la sexta parte de los 235.000 ocupados a tiempo completo adicionales, contabilizados en los últimos meses por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

Peor trimestre de los últimos años

Unos datos que sitúan el cuarto trimestre como el peor para la ocupación de los últimos años, en cifras totales; con 82.000 ocupados menos, en contraste con los 92.000 más logrados en el último cuarto trimestre antes de la pandemia, en 2019; o los 36.500 más del mismo período, un año atrás.

Así, el año 2022 se cierra con un crecimiento del empleo inferior al 1,4% respecto al año pasado; es decir, 1,2 puntos por debajo del trimestre anterior. En cifras brutas, el empleo creado en 2022 ronda los 280.000 personas.

Otra cifra ambigua alude a los trabajadores autónomos. En el último año se han perdido 110.000 trabajadores por cuenta propia, tras restar 35.000 en el cuarto trimestre. Sin embargo, no es infrecuente que el trabajo autónomo baje en la fase salida de una crisis, después de ser utilizado como refugio; como podría ser en este caso si hablamos de la pandemia.

Tres millones de parados

El paro exhibe también señales de cierta ralentización en la creación de empleo. En el cuarto trimestre de 2022, se detectan 44.000 nuevos parados, que contrastan con los 22.000 menos del cuarto trimestre de 2019, el último año anterior a la pandemia, y cifras similares un año atrás.

En los doce últimos meses, el paro ha bajado en apenas 80.000 personas, lo que sitúa la cifra total de parados otra vez por encima de los tres millones de desempleados; casi un 12,9% de la población activa.

En cuanto a la población activa, cae en el último trimestre casi en 40.000 personas, aunque en el cómputo anual crece 200.000 personas, un 0,85%.

Por último, el número de hogares con todos sus miembros en paro aumenta en 70.000 este trimestre; una cifra prácticamente igual a la de todos los hogares creados en igual período.