
El director financiero, Leopoldo Alvear, y el CEO del Banco Sabadell, César González-Bueno.
El consejero delegado de Banco Sabadell, César González-Bueno, calcula que el impuesto temporal a la banca tendrá un impacto de 170 millones€ en las cuentas de 2023. Subraya que «la carga fiscal que tiene la banca es altísima y desproporcionada». Y destaca que en 2021 el Sabadell tuvo un beneficio de 550 millones y una carga fiscal de más de 800 millones: «Esto no ocurre en ningún sector, y menos cuando la rentabilidad está por debajo de la media». Y avisa: en 2024 la carga fiscal para la banca será «superior».
Sobre la presentación de un recurso a este impuesto, el CEO precisa que es el Consejo de Administración el que debe decidir sobre esta cuestión.
También advierte que hay dos «normas contradictorias» sobre si el impuesto se debe repercutir o no a los clientes, ya que una (la normativa de la Autoridad Bancaria Europea, EBA) lo prohíbe y otra (la ley española del impuesto temporal) dice que es una infracción grave no hacerlo. «Hay dos normas contradictorias y en algún momento alguien nos deberá decir cuál es la prioritaria, porque supone una cierta indefensión para el que debe gestionar no saber cuál prevalece», se queja.
Impuestos aparte, 2022 genera buenas noticias, ya que se «han superado todos los objetivos», tras registrar un beneficio neto de 859 millones, un 61,9% más que un año antes.
Para 2023, el CEO vaticina un aumento el margen de interés entre el 17% y el 19%, y un descenso «a digito bajo» de las comisiones por la desaceleración económica y porque cobrar por las operaciones «es lo que menos gusta» al cliente. Los costes aumentarán un 4% por las subidas salariales.
No cierra la puerta a elevar la remuneración de los depósitos, pero cree que «el depósito clásico y a plazo no es necesariamente la fórmula más atractiva», y que el banco debe ofrecer alternativas más atractivas a través de garantizados.
Leopoldo Alvear cree que la inflación alcanzará su pico durante 2023 y que en 2024 empiece una «tendencia suave a la baja». «Somos optimistas con el 2024, no por una mayor subida de tipos sino porque el crédito que no se reprecie en 2023 lo hará en 2024».
El aumento hasta el 50% del beneficio para dividendos se debe a que las perspectivas económicas han ido mejorando con el tiempo y que todas las predicciones «están claramente mejorando». En un escenario de «sobresaltos» en la economía, se anunció que sería por encima del 40%. Pero las perspectivas actuales permite «ver con optimismo» 2023 y los ejercicios siguientes, lo que justifica una mejora de la remuneración del accionista.
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