No obstante, todo lo anterior también ha derivado en una mayor competitividad/voracidad y en un constante efecto contagio de los mercados. Existen numerosas herramientas financieras que en su momento trajeron nuevas tendencias dentro del mundo de la inversión. ¿Una de ellas? Los CFDs. En el siguiente artículo profundizamos, de una forma sencilla, pero certera, en el significado, ventajas e inconvenientes de este tipo de productos financieros.

¿Qué es eso de los CFD?

Lo primero que hay que hacer a la hora de abordar un asunto del calibre, y trascendencia, del que aquí nos ocupa pasa por hacernos la pregunta que probablemente muchos de vosotros ya tengáis rondando en la cabeza. ¿Qué es el trading de CFD?

Hablar de CFD o «Contracts For Difference» es hacerlo de una suerte de derivado financiero que puede comprarse o venderse como si de acciones se tratase. Es decir, el trading de CFD nos lleva a elucubrar, con nuestra propia inversión de capital, en función de los movimientos al alza o a la baja que presuponemos a un activo subyacente. Habitualmente en el corto plazo.

Sin lugar a dudas no se trata de los activos que más pueden llegar a sonarte. Su éxito, no estandarizado, pero si recogido por los organismos oficiales, ha derivado en que algunos brókeres se especialicen en este tipo de productos de forma total y absolutamente exclusiva. Y como os podéis imaginar, cuando esto ocurre es porque hay mucho dinero en juego.

Apalancamiento en trading

Para abordar los CFD tampoco podemos olvidarnos de un concepto crucial en trading: el apalancamiento. Posibilita tratar de aprovechar el movimiento de precios del mercado al permitir una exposición mayor que la que ofrece la cantidad depositada. Logrando que tu proveedor en cuestión te facilite, a modo de préstamo, la cantidad restante. Es decir, multiplica el tamaño de nuestras propias operaciones con un capital bastante inferior. Algo que, al final, hace que las posibilidades de aumentar, o disminuir, el rendimiento de tu capital se multipliquen.

Riesgos del apalancamiento y del trading (CFD)

Una vez puestos en antecedentes, es hora de dejar claro que nos encontramos ante productos que, a pesar de poder servir de poderosas herramientas en manos de los traders con más experiencia, implican altos riesgos si no se dominan con soltura. No en vano, hablamos de elementos relativamente complejos. Es más, solo os vamos a dar un dato. Más del 80% de las cuentas pertenecientes a pequeños inversores acaban perdiendo dinero al operar con CFD debido al apalancamiento.

Ventajas e inconvenientes del trading de CFDs

A estas alturas del texto, las ventajas del trading de CFDs deben haber quedado meridianamente claras, ¿verdad? No obstante, nunca está de más recapitular algunas de las más destacadas y significativas:

– Multiplica el tamaño de nuestras operaciones con mucho menos capital.

– No es necesario realizar una gran inversión para comenzar (Margen Inicial).

– Admite la venta en corto y largo.

– Solo se mueven en función de un subyacente. Algo que elimina de la ecuación cualquier otra variable a tener en consideración.

 

Dicho todo lo anterior, y con la firme intención de resultar lo más objetivos y profesionales al respecto, los CFDs también cuentan con ciertos inconvenientes, riesgos y desventajas a tener muy en consideración:

– Requiere un margen de mantenimiento (variable en función del instrumento) para mantener la posición abierta y cubrir las posibles pérdidas.

– Se trata de un derivado financiero complejo y que requiere conocimientos y un constante seguimiento.

– El mal uso del apalancamiento puede llevarnos a la quiebra a poco que no mantengamos un control de nuestro propio capital y de los riesgos afrontados.

– Las comisiones de los brókeres de CFD suelen ser elevadas.

– Nos obliga a asumir el spread de mercado (diferencia entre la demanda y el precio de un valor) + el margen extra del bróker.

– No todos los valores permiten apalancamiento.

Consideraciones finales para el trading de CFD

Cómo habéis podido leer el trading de CFD es una interesante alternativa de inversión que, eso sí, cuenta con múltiples cuestiones, riesgos incluidos, a tener en consideración. Es por ello que nuestro consejo, si decides adentrarte en este mundo, pasa por trabajar con activos con poco spread, alejarte de las posiciones más volátiles e intentar operar siempre con cabeza. En definitiva, y a modo de conclusión inequívoca, hacer trading basado en la lógica y, sobre todo, en la rentabilidad como motores de éxito.