Siete consejos para mujeres de mediana edad en busca de empleo en la era digital

20/02/2023

Àurea Rodríguez, autora de ‘Antes muerta que analógica’. Defiendo el feminismo tecnológico.

Recientemente, he leído un artículo donde se decía que el perfil del opositor ha cambiado. El 82% son mujeres de mediana edad provenientes del mundo empresarial que opositan para tener una seguridad, disponer de tiempo y libertad para poder cuidar a los suyos o hacer otras cosas, aun con salarios y posibilidades de progresión menores. Porque a esa edad muchas mujeres para ser competitivas, se encuentran ahogadas intentando gestionar cinco jornadas: la de los cuidados de mayores y/o pequeños; la de la casa; las dos que son el resultado de trabajar el doble para cobrar y aspirar a la igualdad posicional y salarial, y la de influencer social para no morir de invisibilidad.

En definitiva, parece que a muchas mujeres la vida no nos da para más. Y esto sucede porque esto no es conciliación, es explotación. Así pues, este fenómeno es la consecuencia de una sociedad mal diseñada, si el bienestar nos cuesta la vida.

Según la nueva categorización de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las personas entre los 18 y los 65 son jóvenes. Por tanto, la buena noticia es que a los 50 la mayoría de nosotras hemos superado los corsés sociales. Somos más sabias de la vida y —considerando que somos la mitad de la fuerza laboral— podemos aportar mucho conocimiento a las organizaciones, ya sean públicas, empresa privadas u onegés, y a esta sociedad.

Creo que no hay mejor política social, y por tanto de igualdad, que facilitar el acceso a un buen empleo. Un empleo que más allá de cubrir las necesidades básicas nos permita tener una vida plena. Sin embargo, las cifras indican que las mujeres sufren una mayor pobreza. Un estudio reciente de la Fundación del Trabajo en Reino Unido, pone de manifiesto que las mujeres tienen casi el doble de probabilidades de tener un trabajo precario, lo que comporta en muchos casos su dependencia económica. Sea en lo público o en lo privado, las mujeres y, más a cierta edad, tenemos 3 factores de riesgo de brecha digital: el de género, la edad y si es el caso, el menor grado de conocimiento digital y, por tanto, cuanta más tecnología, menos mujeres.

Hay un hecho indiscutible y es que, a más educación, mejor empleo, y a más tecnología, mejor salario. Y el dinero no da la felicidad, pero ayuda con las cinco  jornadas.

Consejos para no  morir de brecha digital
Esta brecha silenciosa está empeorando, sea por la falta de digitalización de las mujeres, por las dificultades en el acceso a la tecnología, por cultura o por infrarepresentación. Reducir las diferencias de género es uno de los principales objetivos para tener países más prósperos. Lo avalan los datos de varios estudios donde se demuestra que las empresas igualitarias son siete veces más innovadoras que el resto y a más innovación, mejores resultados. Así que aquí van mis consejos para ser mujer madura y no morir de brecha digital:

1.- El mundo digital es tu nuevo mundo. Si no tienes acceso a las tecnologías, utiliza espacios públicos. Entra, explora, pregunta y experimenta.

2.- Busca donde aprender sin parar. Existen muchos programas, cursos y escuelas que ofrecen cursos gratuitos para mujeres: ayuntamientos, escuelas digitales, plataformas formativas globales o las propias empresas. Síguelo, pídelo y hazlo. Hay cursos básicos de muchas materias que te pueden ayudar. Por ejemplo, de márquetin digital, programación o incluso ciberseguridad.

3.- Tú puedes ser una mamahacker. Aprende con tus hijos, ellos son nativos digitales y su mundo ya es hibrido. Compartir juegos nos acerca a ellos y al mundo digital. Aprende con ellos y para ellos, haciendo las gestiones juntos. Ellos también se deben formar y equivocar, es algo que forma parte del aprendizaje y ofrece la posibilidad de reírse juntos.

4.- Juntos más fuertes. Ayuda a otras mujeres y otros te ayudarán a ti; enseña y te enseñaran, este es el círculo virtuoso del conocimiento.

5.- Participa en redes y conecta con todo y con todos. Aunque parezcas la padrina, la innovación es una actitud y no tiene edad. La tecnología no tiene género, participa en foros, grupos y redes en donde conectar con personas con las que compartir conocimiento.

6.- Pon una inteligencia artificial en tu vida o en tu cocina. Aprende a utilizar las nuevas tecnologías y aplicaciones; siempre abren nuevas oportunidades, incluso de autoempleo.

7.- El cambio empieza por ti. Las oportunidades no vienen solas hoy, y los trabajos para toda la vida están en peligro de extinción, la mejor cualidad actual es la adaptabilidad. Esa es la ventaja y por el resto, debes estar presente.

Si vamos de cabeza hacia la digitalización de todo y a utilizar la inteligencia artificial para todo, reformularía la frase de Shakira: las mujeres sí lloran, pero ahora programan para facturar. Incluso la música es en parte digital hoy día. Este es el nuevo feminismo, el de la igualdad tecnológica que nos permita ser mujeres. Y de ello habla Antes muerta que analógica.

PD: En la era del humanismo tecnológico, cuidado con los tóxicos, trepas, troyanos y troles. Rodearos de lo que yo llamo “sinergentes”, personas que siempre suman: aptitudes, conocimiento, equipo y valores.

Àura Rodríguez.

Àurea Rodríguez (en Twitter, @AureaRodriguezL) es autora del libro Antes muerta que analógica (Horsori, 2022).

 

 

 

 

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