Tras el cierre de las elecciones sindicales, CCOO revalida su condición de primer sindicato en el sector financiero, con un 35,3% de representación. Después de la celebración de las elecciones sindicales el 23 de febrero en Ibercaja y en Unicaja, se cierra el proceso electoral iniciado en noviembre de 2022.

CCOO revalida su condición de sindicato mayoritario del sector desde 1986, tanto a nivel global como en los subsectores agrupados en torno a AEB (Banca), Unacc-

Además de mantenerse como primer sindicato en los banca, cajas y rurales, CCOO también lo hace en Santander, Sabadell, Cajamar, Bankinter, Unicaja, Ibercaja y Deutsche Bank. También es el primer sindicato en 15 de los 19 ámbitos territoriales (Comunidades Autónomas, Ceuta y Melilla).

«Desde CCOO entendemos estos resultados como una muestra de confianza mayoritaria de las plantillas del sector financiero, revalidada en los últimos 37 años. Respondiendo a esa confianza, CCOO ha tenido que gobernar sindicalmente un largo proceso de 15 años de reconversión y reestructuración sectorial, que en el último mandato ha incluido el impacto de la crisis sanitaria y la evolución del IPC», señalan en el sindicato.

«Desde el agradecimiento a nuestra afiliación y a quienes han confiado en nuestras candidaturas, y desde nuestro compromiso con todas las personas trabajadoras del sector financiero, CCOO seguirá actuando con responsabilidad y autoexigencia en defensa del empleo, las condiciones laborales y el poder adquisitivo de las plantillas del sector», añaden.

Tras la publicación, por parte del Banco de España, de los resultados del sector, con unos beneficios récord que se han incrementan en un 38%, y en un 9% de Rentabilidad sobre Fondos Propios, CCOO exigirá una segunda fase de medidas compensatorias de la inflación, con nuevas subidas salariales de aplicación universal.

Además, hay que enfocar, ya de cara a la negociación de los próximos convenios, el objetivo prioritario de reducción de la inequidad retributiva y las brechas salariales en un sector feminizado, donde la discrecionalidad empresarial en torno a salarios variables y complementos extraconvenio provocan un diferencial salarial por género del 31,8%.