Esta empresa es un ejemplo de perseverancia. Su origen se remonta a 1908, cuando Francisco Muntconill, tío bisabuelo de Jordi Piñot, actual consejero delegado, montó un taller de sellos de caucho. Aquel emprendimiento dio como resultado, hace 25 años, a tres empresas; una de ellas, Macsa, se ha especializado en identificación industrial y trazabilidad.

Hoy, Macsa es la única empresa española fabricante de equipos láser de marcaje y la primera en el mundo en desarrollar un láser dinámico para codificación en cadenas de producción. El sistema permite la impresión de caracteres alfanuméricos, logotipos y códigos de barras con el producto en movimiento, hasta una velocidad de la línea de producción de 575 metros por minuto, y puede generar 3.000 caracteres por segundo. El láser dinámico de Macsa es una novedad mundial y ha sido patentado en toda Europa, Estados Unidos y Japón.

Claves de su éxito

Macsa cerró sus cuentas de 2010 con un aumento del 36% en sus cifras de negocio con respecto a los resultados obtenidos en 2009. Y prevé cerrar 2011 con una facturación de 22 millones de euros, un 18% superior al año pasado. En palabras de Jordi Piñot, quien asegura haber superado las previsiones de EBITDA: “La expansión internacional y la inversión constante en investigación para el desarrollo de nuevos productos de tecnología propia, son las claves de estos resultados tan satisfactorios”.

De hecho, Macsa cuenta con una cuota del mercado mundial superior al 10%. Consolidándose como una de las firmas con mayor peso en el sector tecnológico de la trazabilidad y codificación, Macsa creció el pasado ejercicio a escala internacional un 85%, en relación con 2009. Hoy día, sus exportaciones a 70 países representan un 49% del total de su cifra de negocio.

Y es que parte del éxito de esta compañía se debe a que su salto al exterior se ha realizado mediante la diversificación en varios mercados. Por una parte, mantiene una solida posición en los principales países europeos. Por otra, le favorece su alta penetración en los países del sudeste asiático, como Corea de Sur y China, en Australia. En esos destinos, Macsa ha alcanzado acuerdos de primer orden con empresas como Samsung, LG y Hunday.

Igualmente, parte de este crecimiento se produce en el mercado tradicional de Macsa, el marcaje en packaging, pero empieza a aumentar la demanda en otros segmentos como el del marcaje industrial. Para impulsar la presencia en este último, la compañía ha abierto dos nuevas oficinas de representación en México y Singapur, además de reforzar su catálogo de productos con un nuevo láser fibra especifico para el sector.

Ver cómo funciona una aplicadora de etiquetas con impresión por láser de Macsa aquí.