La revolución silenciosa

02/03/2023

Francisco Canós.

Hay una guerra soterrada, pero cada vez más visible entre dos grandes bloques. Por un lado EE.UU. (y en menor medida EU) y por otro China. Esto se está viendo en el MWC23. Cada vez más las cartas, y los medios para lograrlo, se están poniendo claramente sobre la mesa.

Hay otra guerra a punto de estallar entre proveedores de infraestructura y empresas tecnológicas que utilizan esa infraestructura. ¿Quién se llevará el mayor trozo del pastel? ¿Cómo se están posicionando los que hasta ahora estaban en una posición más débil (las Telcos)? ¿La tecnología 5G les va a ayudar?

No hay una revolución en el MWC23. Lo que hay es una evolución de temas que ya se presentaron en otras ediciones. La realidad virtual mixta, y los llamados digital Twins, lideran lo que podríamos denominar la revolución silenciosa del MWC23.

SUPREMACÍA TECNOLÓGICA

El proceso de solicitud de subsidios en virtud de la Ley de Chips (Chips-Act) de 53 mil millones de dólares comenzó el martes pasado, marcando un nuevo capítulo para la industria de semiconductores de los Estados Unidos, que ha visto gran parte de su fabricación moverse al extranjero en los últimos años.

El presidente de Telefónica y de la GSMA, José María Álvarez-Pallete, subrayó en la sesión inaugural del MWC que el nuevo estándar GSMA Open Gateway, presentado oficialmente el lunes  en Barcelona, “une a las empresas de telecomunicaciones, la industria, las grandes tecnológicas y los desarrolladores para crear juntos el futuro digital”. Permitirá compartir y federar APIs (Application Programming Interfaces) abiertas y estandarizadas con el objetivo de ofrecer un acceso interoperable a las redes de los operadores para desarrolladores e ‘hyperscalers’. Es decir, permite dos cosas, una que los desarrolladores de servicios accedan directamente a las redes de una Telco, y otra, que si sirve para una Telco sirva para todas. Esto hace que el escalado sea potencialmente brutal.

Si empezamos a conectar los puntos, empezamos a vislumbrar la foto completa. Hay una batalla por la supremacía tecnológica que a su vez se ramifica en la económica y la política, entre EE.UU (y en menor grado EU) y China. La batalla se va a librar en varios frentes.

Uno de ellos sin duda es sobre quien hace los chips de alto rendimiento que después van a ser utilizados en smartphones, ordenadores, coches, satélites, (o misiles guiados), etc. EE.UU. quiere que se dejen de fabricar en una inmensa mayoría en países asiáticos (Taiwan y China principalmente), con la consiguiente dependencia tecnológica, de disponibilidad, logística, etc., y que esas empresas vuelvan a casa. La ley denominada Chip-Act va en esa dirección.

Otro frente pasa por el uso de las grandes autopistas de datos. Pongamos un ejemplo, la capacidad que ponen en EU las grandes compañías telefónicas (Telcos) es utilizada en más de un 50% por las grandes tecnológicas (Google, Facebook, …). Estas no son europeas, sino que en una inmensa mayoría son estadounidenses. Encima, lo hacen sin pagar por ello de forma directa. Dicho en lenguaje de Telefónica, la inversión la realizan los europeos, el uso lo pagan los clientes europeos y el beneficio se lo llevan la tecnológicas norteamericanas. ¿Es eso justo? Habría mucho que discutir, pero las Telcos ven que, con la rapidez con la que evoluciona la tecnología, los plazos se acortan y no da tiempo a recuperar la inversión antes de tener que acometer la siguiente inversión en la nueva tecnología. Les ha pasado en el cambio de 3G a 4G, y parece que en el 5G se quieren plantar y que no les vuelva a pasar lo mismo.

¿Quién lo va a pagar? Al final el cliente siempre es en último término el “paganini” de esta fiesta. La pregunta es más bien estratégica, ¿dónde queremos que se queden los beneficios que todo esto genera? ¿Queremos que se vayan a EEUU y se reinviertan allá en ser cada vez más grandes, más eficientes y más dominadores? o ¿preferimos que parte de ese beneficio se quede en la UE y fomente que ese crecimiento, eficiencia y dominancia se quede aquí? Ahí está el tema clave. El comisario europeo del ramo lo está poniendo encima de la mesa. La asociación de Telcos GSMA cuyo presidente es ahora Álvarez Pallete también está siendo claro. Por un lado quiere fijar un “peaje” a las grandes tecnológicas y por otro quiere potenciar su propio negocio a través de permitir un acceso universal y estandarizado a sus redes. El tiempo nos dirá.

En otro orden de cosas en el MWC23 hemos visto los típicos “gadgets” de todo tipo. Parece que todo va evolucionando más que revolucionando. Vemos más realidad virtual. Se perfilan conceptos como realidad aumentada y realidad virtual. Incluso realidad mixta. Por ejemplo, la taiwanesa COMPAL, una de las 500 empresas más importantes del mundo según Fortune en 2022, ha presentado por primera vez en el mercado europeo sus gafas de realidad mixta con 5G y wifi.

La realidad mixta permite llevar el mundo real al virtual, generando una superposición de la información y combinando la realidad con contenido 3D de valor para el usuario.

“Las gafas reconocen el objeto que se está visualizando en el espacio que la persona tiene delante. Por ejemplo, puede mostrar un coche renderizado sin que ese coche exista y puede moverse alrededor del vehículo como si estuviese ahí, e incluso mirar dentro del coche”, detalla Ho.

A nivel profesional, estas gafas tienen la posibilidad de servir como asistencia remota para llevar a cabo distintas actividades. “Si un técnico debe reparar una máquina y tiene que desplazarse a otro país, por ejemplo, con estas gafas puede asistir virtualmente a otro técnico para solucionar el problema a través de la visión.

Imagen: Gafas MR de COMPAL

Imagen: Gafas MR de COMPAL

Un término que está tomando una fuerza muy significativa es el de “digital Twins” (Gemelos digitales). No es un término nuevo. Ya la NASA lo utiliza desde hace décadas para poder ayudar a las misiones que están en el espacio. Es la famosa llamada “Houston, we have a problem” (Houston, tenemos un problema). Pero claro, nadie podía desplazar un equipo de “mecánicos” físicamente a solucionarles el problema. Para ello, la NASA creó réplicas en la tierra de todo lo que había en la misión en el espacio. Se prueba todo lo que haya que probar en tierra y se comunica a la misión en espacio lo que tienen que hacer y con qué para solucionar el “problema”. Un gemelo digital es un modelo virtual de un proceso, producto o servicio. Este emparejamiento de los mundos virtual y físico permite el análisis de datos y el monitoreo de los sistemas para evitar problemas antes de que ocurran, evitar el tiempo de inactividad, desarrollar nuevas oportunidades e incluso planificar para el futuro mediante el uso de simulaciones. Compañías como Nokia están apostando fuertemente en este campo y lo han presentado en el MWC23.

En resumen, el primer MWC23 post-pandemia que podemos considerar “normal” vuelve a ser ese escaparate en el que se muestran las claves del futuro tecnológico cada vez más inmediato. Lo que sí que es rabioso presente son los más de €300 millones que ha dejado en la ciudad de Barcelona y los 7,000 puestos de trabajo que ha generado directamente relacionados con esta feria. Ojalá siga muchos años celebrándose aquí y se siga cuidando más allá del folklore político. Otros países estarían encantados de llevárselo. No les demos razones para ello.

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