Artur Mas mantiene como virtud no engañar a la población y ante el estado de crispación por los recortes y aprovechando el aniversario de las elecciones que le dio la victoria, mantuvo una larga entrevista con la incisiva directora de TV3, Mònica Terribas en la que le explicó lo “mucho que me duele aplicar los recortes” pero acto seguido justificó la necesidad de reclamar estos sacrificios a la población, por que “Catalunya es un país serio” . Añadió que su política “marca el camino” a otros, antes de recordar que cuando llegaron al Govern se encontraron con el doble de déficit anunciado y debiendo 8.400 millones, “el doble de lo autorizado”. Sin embargo si estas medidas no las puede aplicar el futuro gobierno español “nos haga la vida imposible” o las fuerzas parlamentarias catalanas “no apoyen al Govern en esta situación difícil del país” está dispuesto a convocar elecciones. Pero interpretó que la sociedad entiende bien la necesidad de estos recortes, dado el resultado que obtuvo CiU en las elecciones generales.

Acto seguido justificó que sus propuestas parlamentarias las sacara adelante con los votos del PP mientras el resto de fuerzas le han dado la espalda: “El PP me ha ayudado en los presupuestos del 2011 y no sería coherente ahora marginarlo” y negó que estuviera atado de pies y manos a los populares, pero recordó que no tiene mayoría absoluta “y hemos de trabajar con esta situación”.

Señaló que ve muy problemático llegar a un pacto  con los funcionarios, situación que valora que “es difícil llegar a acuerdos, pero n imposible”.

Pacto fiscal

El otro mensaje que Artur Mas lanzó iba dirigido al PP y la necesidad de que Catalunya logre un pacto fiscal. A la pregunta de ¿hacia dónde nos lleva? Respondió que ahora se ha de elegir “si Catalunya es una nación de Europa o somos un colono de España”. Con una mayoría absoluta del PP el gran tema es el pacto fiscal que goza de un amplio consenso en la sociedad catalana, “otras propuestas dividirían al país y romperían la cohesión”. Ello implica que el Parlament tenga  capacidad de recaudar y modificar impuestos para después negociar con el gobierno español el pago por los servicios que presta a Catalunya y para un fondo de solidaridad. “Hoy tenemos un déficit del 8% entre lo que pagamos y lo que recibimos, con el pacto fiscal lo reduciríamos a un 4%”.

Consideró que esta propuesta es “una de las últimas oportunidades que el Gobierno central tendrá para rehacer las relaciones entre Catalunya y España” y las frustraciones de una gran mayoría del pueblo catalán con los ataques a la cultura y los recortes del Constitucional al Estatut hacen crecer los sentimientos independentistas.

Mas es consciente que ahora Madrid tampoco tiene recursos para aceptarlo, pero sí que puede hacer es realizar un pacto en el que se fijen conceptos y se marque un calendario en el que se fijen fechas concretas para llegar al pacto fiscal. “Si este pacto no es posible, queda otra ruta aún más complicada, que es la que Catalunya haga su propio camino”, aunque aseguró que “siempre estamos a tiempo de dejar el seny (sentido común) y pasar a la rauxa (arrebato), per ahora estamos en el inicio del otro camino”, e  insistió que “sobre todo lo que hay que evitar es el ridículo”.