Contar con una maquina amasadora industrial en un negocio es un avance que permite una mayor eficiencia en el trabajo, de tal forma que se ahorra tiempo y esfuerzo. Aunque puede parecer un accesorio que no tiene demasiada importancia en la cocina, lo cierto es que cuando entra en un negocio aumentan las ganancias de forma considerable.

Un accesorio de lo más ventajoso

Disponer de una amasadora profesional permite hacer masas y mezclas de forma eficiente y rápida. Algo que es importante valorar, es que se consiguen mejores resultados que si tuviésemos nosotros que amasar.

Todo ello posibilita crear ingredientes ricos para la cocina sin casi hacer esfuerzo, de tal forma que podemos invertir el tiempo en pensar en recetas nuevas. Las cocinas profesionales necesitan contar con este tipo de amasadoras, sin duda.

¿En qué fijarse al elegir una amasadora profesional?

Para elegir una amasadora de nivel que se adapte a nuestro ritmo de trabajo y nos ponga más fáciles las jornadas de trabajo, hay que saber lo que necesitamos antes de adquirirla.

Una vez sepamos las necesidades, es posible comenzar a comprar y fijarse los modelos que puedan encajar en las funcionalidades que estamos buscando para nuestro negocio.

Potencia

Lo principal que debes considerar es conocer la potencia que tiene. Esto es fundamental porque hay que tener claras las actividades que haremos con nuestra máquina, puesto que no va a precisar de la misma potencia, por ejemplo una panadería que una pequeña cafetería que lo mismo, solo llega a conocer un par de pizzas en algunos bollos en toda la jornada.

Algo que debemos saber es que cuanta mayor carga de trabajo haya, más potencia va a ser necesaria elegir para la amasadora.

Si os queréis hacer una idea, las amasadoras profesionales parten de una potencia mínima del orden de 400w, la cual puede llegar en los negocios de mayor exigencia, a los 1400w.

Velocidad

Otro tema importante para elegir la amasadora adecuada es la velocidad con la que trabajará. En el mercado hay amasadoras que solo tienen una o dos velocidades y que pueden ser válidas para entornos laborales donde no haya tanta exigencia, como los negocios donde no se hornee más que un par de tandas de masas diarias.

Si en tu negocio por ejemplo se amasa durante muchas horas, lo mejor que puedes hacer es optar por algún aparato que tenga entre cinco y diez velocidades. Esto permitirá que se pueda adaptar a cada elaboración, lo que hará que ahorres tiempo y esfuerzo, así como dedicar una serie de recursos justos para cada amasado.

Funciones

Otro aspecto relevante son las funciones más relevantes, que van a depender de la utilización que le queramos dar a la amasadora. De no usarse para amasar varias mezclas al día, puede que valga solo con un modelo que tenga únicamente una función de amasado.

En otros negocios, donde los resultados se componen de varias clases de batido o amasado, es posible que sea de interés el que tenga mayor funciones, de tal forma que la máquina tenga una mayor eficiencia.

Limpieza

Este es uno de los puntos de mayor utilidad, es cómo es el lavado de la amasadora que vayamos a comprar. Es muy útil que todos los accesorios pueden introducirse en el lavavajillas, de tal manera que se puedan utilizar e higienizar en un reducido espacio de tiempo.

De todas formas, es necesario evitar que las amasadoras que podamos ver que sean complicadas de desencajar o limpiar

Peso

Terminamos el de los factores más importantes de elegir una amasadora con el peso, que es un punto clave. Aunque es cierto que una amasadora de carácter industrial pesa más que una de las destinadas a uso doméstico, siempre es de gran interés elegir una que nos proporcione un equilibrio adecuado entre el peso y la movilidad, de tal forma que sea útil, pero también confortable para trabajar.

Conclusiones

Después de haber leído este artículo sobre amasadoras industriales, seguro que te ha quedado bien claro en qué aspectos hay que fijarse sí o sí, para hacer una buena elección.

Con más frecuencia de lo que sería deseable, lo que ocurre es que muchas veces se miran aspectos como el precio o la cercanía de una tienda sin pensar si esa amasadora realmente es la que nos conviene para el trabajo que realizamos.

No te olvides que si eliges bien, al final te ahorrarás dinero, puesto que si te equivocas tendrás que comprar una mejor que responda a tus necesidades y la que hayas comprado o bien se estropeará o será insuficiente para tu uso.

De igual forma, tampoco es buena idea invertir en un modelo de amasadora potente si el empleo que le vas a dar va a ser mínimo o no demasiado exigente.