El título de este maravilloso libro de Ann Patchett ‘Estos días preciosos’ (AdN, 340 páginas, traducción de Carmen Francí y Arturo Peral) se basa en la canción ‘September Song’, compuesta por Maxwell Anderson con música de Kurt Weil: «These precious days I’ll spen with you», «Estos días preciosos que quiero pasar contigo».

Son relatos, evocaciones, memorias, y sobre todo un acto de agradecimiento a la literatura: «Eso es lo que me han dado estos libros: la capacidad de abrir la puerta tras la cual todo lo que creía perdido estaba esperándome. Todo. La clave estaba en tener la valentía suficiente para mirar. Estos libros me han dado esa valentía, que es otra forma de llamar a la capacidad de creer», cuenta la autora de «Comunidad» y de «La Casa Holandesa», también publicadas por AdN.

«Estos días preciosos» muestra el interés de la autora por las relaciones humanas, como la que mantiene con Sooki Raphael, artista y asistente del actor Tom Hanks. Precisamente en el ensayo que lleva ese título, y que narra una historia única y conmovedora de una amistad inusual

Ann Patchett no lo oculta. «Lo cierto es que solo pienso en cómo viven los demás», admite en otro de sus relatos.

Mientras unos recurren a la escritura para comprenderse a sí mismos, otros lo hacen para entender a los que lo rodean. Ann Patchett lo hace con sus obras de ficción y también con sus ensayos.

«Los hechos encuentran el modo de emerger, y el tiempo confiere mayor brillo a una realidad imposible de hundir», explica en la introducción.

Sus historias combinan realismo mágico, fantasía y misterio, se cuentan desde perspectivas diferentes, con la presentación de personajes y relaciones complejas.

Cuenta la historia de Parnassus, la librería que abrió con la editora Karen Hayes en Nashville. Todo lo que narra lo hace con un estilo alegre pero reflexivo, cordial, sincero, sin pretensiones. Es capaz de transformar lo más nimio en la vida de una persona en algo mágico.

Llama la atención su visión optimista del impacto de la pandemia, poniendo el foco en que es una oportunidad para crear un nuevo estilo de vida.

«Estos días preciosos» sirven también para conocer mejor a esa hija de un policía y de una enfermera, que publicó su primera historia en «Paris Review» en 1984, y su primer libro en 1992, «The Patron Saint of Liars». El éxito le llegó en 2002 con «Bel Canto».

En «Estos días preciosos», Ann Patchett hace alquimia literaria, muestra cómo la vida da giros inesperados, al tiempo que ofrece una mirada fresca a la par que íntima sobre ella. Transforma lo particular y privado en universal, con una nueva forma de mirar el mundo y con lecciones interminables sobre lo enigmática y fugaz que es la vida.

Lo hace con ensayos que cautivan, que conmueven, que hay que volver a leer para disfrutar mejor de su emoción y de su perspicacia, de su gracia, ingenio y calidez. Por la obra aparecen los libros infantiles de Kate DiCamillo, París (donde estuvo en su juventud), sus tres padres, la influencia del Snoopy de Charles Schultz, la importancia de tejer, cómo conectar la vida y el arte para que iluminen lo que más importa.