El supervisor avisa del crecimiento de hogares y empresas vulnerables

19/04/2023

Miguel Ángel Valero. El Banco de España advierte sobre signos de "sobrevaloración" de los precios de la vivienda, aunque están contenidos por el alza de tipos. // Informe de Estabilidad Financiera

La elevada inflación y la subida de los tipos de interés están deteriorando la situación económica de los hogares, particularmente la de aquellos de menor renta, y las dificultades para trasladar a los precios de venta el alza de los costes de producción y financieros también están elevando la proporción de empresas vulnerables, según la edición de primavera del Informe de Estabilidad Financiera del Banco de España.

Pese a ello, recomienda que las medidas fiscales que buscan paliar el aumento del coste de la vida sean temporales, focalizadas en los grupos más vulnerables y compatibles con la eficiencia en las decisiones de consumo, en particular de la energía, para no alimentar las presiones inflacionistas.

El consumo privad se ha visto afectado por la pérdida acumulada de poder adquisitivo de los hogares provocada por el incremento de los precios y de los tipos de interés. La bolsa de ahorro acumulada desde el inicio de la pandemia ha amortiguado parte del impacto de la inflación en el consumo, pero este factor de impulso puede debilitarse por la reducción de este ahorro, por su uso alternativo para amortizar préstamos en un contexto de ascenso de los tipos de interés– y por la elevada incertidumbre.

El Banco de España avisa que los aumentos de los tipos de interés se han trasladado solo parcialmente al coste de la financiación de las empresas y de los hogares, por lo que este proceso continuará a lo largo de 2023.

El escenario central contempla una moderación de la inflación, pero «los niveles de déficit y deuda pública continuarían siendo elevados, constituyendo una fuente de riesgo para la economía española a medio plazo».

«Freno» en el mercado de la vivienda

El Banco de España percibe que se ha producido un «freno» de la actividad en el mercado de la vivienda, por la pérdida de poder adquisitivo de los hogares, la elevada incertidumbre y el progresivo endurecimiento de las condiciones de financiación del crédito hipotecario. A pesar de esto, los volúmenes de compraventas y nuevas hipotecas se mantienen por encima de los niveles observados en los años previos a la pandemia.

Los indicadores sobre desequilibrios en los precios de este mercado continúan mostrando algunas señales de sobrevaloración, que están contenidas por el momento. El endurecimiento de las condiciones de financiación puede contribuir a su moderación.

Los precios de los nuevos alquileres están experimentando aumentos significativos, lo que condiciona la evolución de los precios de la vivienda en trimestres futuros.

Hipotecas con pérdidas

A pesar de que el aumento de los tipos se ha trasladado a las hipotecas, los diferenciales continuaron estrechándose, por lo que la rentabilidad de estas operaciones podría situarse más fácilmente en niveles muy reducidos, o incluso generar pérdidas, ante los posibles repuntes de los costes de financiación bancaria o el deterioro de la capacidad de pago de los prestatarios.

Pero el Banco de España espera un «mayor encarecimiento» de los préstamos en los próximos trimestres, debido a la revisión de las cuotas de las hipotecas con tipo variable o mixto.

El Banco de España estima que 549.000 familias pueden acogerse al Código de Buenas Prácticas temporal aprobado en noviembre de 2022 para aliviar el impacto de las subidas de tipos de interés en las familias con hipotecas y en riesgo de vulnerabilidad. “Esta cifra supone unos 404.000 hogares más de los que habrían podido adherirse a la versión original del Código de Buenas Prácticas de 2012”, subraya.

El capital pendiente de amortizar de estos hogares elegibles por el nuevo Código sería de unos 46.900 millones€, unos 37.700 millones más que con las condiciones originales del anterior.

Además, existen unos 218.000 hogares que podrían acogerse al mecanismo “más estructural” del código de 2012 en su versión reformada en noviembre de 2022, 73.000 hogares más de los que habrían podido acogerse al texto anterior. El capital pendiente de amortizar de estos hogares sería de unos 17.900 millones, unos 4.800 millones más.

El Banco de España dibuja dos escenarios:

  • El primero es “más representativo de las consecuencias de una crisis profunda” y se proyecta a partir de los dos años consecutivos (2015 y 2016) en los que se observó un mayor número de adhesiones efectivas al código de buenas prácticas de 2012. Teniendo en cuenta igualmente una subida de 400 puntos básicos del tipo de referencia, el mecanismo temporal en el nuevo código de 2022 alcanzaría a unos 193.000 hogares, con un capital pendiente de amortizar de 16.400 millones, mientras que el mecanismo más estructural del código de 2012 reformado beneficiaría a unos 76.000 hogares, con una deuda pendiente de amortizar de 6.300 millones de euros.
  • En el segundo escenario se contempla que el porcentaje de solicitudes de adhesión efectivas sea el de los dos años con un menor número de adhesiones efectivas (entre 2019 y 2020), por lo que el nuevo código beneficiaría a unos 26.000 hogares, con un capital pendiente de amortizar de 2.200 millones, mientras que el Código de 2012 reformado afectaría a unos 10.000 hogares.

Deuda más cara, y más exigencia de provisiones

Por otra parte, el Banco de España avisa a la banca que los costes de emisión de deuda de la banca se encarecerán durante 2023 por la elevada incertidumbre la subida de tipos, y una mayor aversión al riesgo ante los problemas de SVB y a Credit Suisse, y por las pérdidas sufridas por los tenedores de deuda AT1 (CoCos) del banco suizo rescatado por UBS.

El Banco de España también ha pedido a las entidades financieras que destinen el extra de beneficios que están teniendo como consecuencia de la normalización de los tipos de interés para incrementar sus provisiones y poder hacer frente a un «deterioro de la calidad de crédito».

«Las entidades deben llevar a cabo una política prudente de planificación de provisiones y de capital que permita utilizar el incremento de los beneficios que se ha producido en el periodo reciente para aumentar la capacidad de resistencia del sector», insiste el Banco de España.

El supervisor alude al descenso en las valoraciones bursátiles de los bancos tras las quiebras en EEUU y Europa, lo que genera un «mayor riesgo» de que aumenten los costes de financiación y de que se tensione la liquidez.

«Las entidades deben acumular recursos de absorción de pérdidas que les permitan afrontar situaciones inesperadas sin restringir la oferta de crédito a proyectos solventes», avisa el Banco de España, que reclama un «reconocimiento adecuado y temprano de los riesgos».

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