Victoria Pascual, licenciada en Sociología y en Criminología, autora del blog, del poscast y del programa de entrevistas Cuadernos de Criminología, se atreve a escribir un libro sobre el estilo femenino del asesinato. Lo hace pese a que las estadísticas son rotundas: los hombres matan más a menudo en todas las sociedades conocidas, y «lo hacen en un porcentaje abrumadoramente más alto que las mujeres», como subraya la autora en la introducción.

No en vano, en la contraportada aparece la famosa cita de Voltaire: «la historia de los grandes acontecimientos del mundo apenas es más que la historia de sus crímenes».

«Asesinas. ¿Por qué matan las mujeres?» (Pinolia, 286 páginas, prólogo de Carmen Balfagón, decana del Colegio Profesional de Criminología de la Comunidad de Madrid) es una descripción de mujeres que decidieron sobre la vida y la muerte de personas que les rodeaban. Victoria Pascual tiene el acierto de no exaltar los aspectos macabros y morbosos de crímenes realizados por mujeres, sino de realizar una aproximación a la vida de esas asesinas.

«He querido arrojar luz sobre el recorrido que esas mujeres tuvieron antes de que sus decisiones las llevaran a formar parte de la crónica negra», explica.

Otro acierto reside en los «apuntes criminales» que la autora aporta, al final de cada caso, para tratar de explicar ese asesinato

En ese sentido, tiene razón la autora del prólogo: la obra de Victoria Pascual «produce un insaciable deseo de seguir leyendo, de adentrarse en los pormenores de la investigación de cada caso, en el conocimiento de cada una de estas mujeres que traspasaron la línea roja que ningún ser humano debería traspasar nunca: acabar con la vida de un igual, de otros seres humanos».

«Asesinas» narra las historias de esas mujeres: Carmen Badía, María Concepción Ladino, las hermanas Poquianchis, Dorothea Puente, Leonarda Cianciulli, Margarita Sánchez Gutiérrez, María Catherina Swanunburg, Raya y Sakina, Shi Jianqiao, María Laura Mainetti, Rosa González Fito, Ilse Koch, Darya Saltykova, Rosemary West, Reverley Allit, las enfermeras de Lainz, Miyuki Ishikawa, Mary Flora Bell, Iria y Raquel, Piedad Martínez, las envenenadoras de Nagyrév, Francisca Ballesteros.

El lector no puede menos que sobrecogerse ante la pregunta de una niña que, con apenas 11 años, preguntaba «¡por qué no lo puedo matar, si de todas formas vamos a morir?». Mary Bell,. pese a su reducida edad, mató a dos niños con sus propias manos.

Rosa Gonzálvez torturó a su propia hija, también de 11 años, hasta la muerte, convencida de que gestaba en su interior al hijo del diablo.

«Asesinas» es, en el fondo, una inmersión en las profundas aguas de la realidad humana, para intentar entender el proceso, el camino, la trayectoria que lleva a una mujer a acabar con la vida de otros seres humanos.