Brufau ha empezado su discurso en la sesión titulada “¿Cuáles son los grandes desafíos energéticos globales y cómo deben enfocarse las soluciones a estos desafíos?”, con el dato de que se estima que el consumo energético global crecerá un 40% entre 2009 y 2035, y que en ese último año, “los combustibles fósiles seguirán representando un 75% del total”.

Dos son los ojetivos “igual de importantes”. El primero citado por Brufau ha sido “luchar contra las inaceptables desigualdades que tienen lugar en materia de acceso a la energía”, ya que lo considera “un requisito imprescindible para poder alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio” Para Brufau, con la inversión prevista de un promedio anual de 14.000 millones de dólares, en el año 2030 “sólo habremos conseguido reducir en 300 millones el número de personas sin acceso a la electricidad”. Por esa razón, el presidente de Repsol asegura que “proporcionar acceso universal a la energía exigiría multiplicar por cuatro la inversión prevista, y hacer de ello una prioridad tanto para la industria como para los poderes públicos”.

El segundo objetivo es que esa energía necesaria en el mundo se proporcione “de la manera más sostenible posible”. No obstante, Brufau ha afirmado que en Repsol “no renunciamos a seguir produciendo hidrocarburos, pero lo hacemos teniendo presente que es necesario reorientar nuestra estrategia hacia un nuevo paradigma de crecimiento más sostenible”.

El presidente de la petrolera ha subrayado que el debate sobre el “peak-oil” ha perdido en los últimos tres años protagonismo, ya que la posibilidad de que se agoten los recursos explotables en condiciones comercialmente viables ha dejado de ser una preocupación a corto o medio plazo. Y ello es así, a juicio de Brufau, porque “la tecnología ha puesto a nuestro alcance unas cantidades muy abundantes de nuevos recursos que nos permiten asegurar la disponibilidad de hidrocarburos”.

Tres áreas de recursos disponibles

Brufau ha señalado que los recursos disponibles se encuentran en tres dominios de importante desarrollo en el sector en los últimos años y que son también especialmente relevantes para Repsol: las aguas profundas y ultraprofundas, los recursos no convencionales, y las zonas árticas. Unas zonas de difícil acceso pero que “la realidad ha puesto de manifiesto que la capacidad tecnológica de nuestra industria ha sido mayor que la capacidad de previsión, de anticipación”.

En ese sentido, Brufau ha afirmado que Repsol va a mantener y reforzar su apuesta exploratoria en el “offshore” de Brasil, en el Golfo de México, en aguas de EEUU y de Cuba, y en África Occidental. En el caso del pozo que Repsol perforará próximamente en aguas de Cuba, Brufau ha reiterado “la disposición que ha venido mostrando nuestra compañía para trabajar no sólo con el Gobierno de Cuba, sino también con el de los Estados Unidos, para asegurar la aplicación de los más exigentes estándares de seguridad y de coordinación ante una posible emergencia”.

Argentina, potencia en hidrocarburos no convencionales

Igualmente, una transformación similar está comenzando ya en el sector del petróleo ante la magnitud de los descubrimientos de “shale oil” que están teniendo lugar. El shale oil es un factor nuevo que no sólo afectará a la disponibilidad de recursos, sino también al propio funcionamiento del mercado, por ejemplo en lo que tiene que ver con la relación de precios entre el Brent y el WTI, ha señalado Brufau. En ese sentido, el presidente de Repsol ha recordado que en el pasado mes de noviembre, “hemos anunciado en Argentina el mayor descubrimiento de la historia de nuestra compañía”. Está en el reservorio Vaca Muerta de la provincia de Neuquén, donde en un área de 430 km2 hay un volumen de recursos recuperables de 927 millones de barriles equivalentes de petróleo de hidrocarburos no convencionales.

La formación Vaca Muerta tiene una superficie de 30.000 kilómetros cuadrados, donde Repsol tiene 12.000 netos. En consecuencia, el potencial de los recursos aún por descubrir es, según ha subrayado Brufau, “sencillamente colosal y más si se tiene en cuenta que esta es solo una de las nueve áreas con potencial de no convencionales en el país”. De hecho, la AIE ha situado a la Argentina en uno de sus últimos informes como el tercer país, después de USA y China, en potencial de hidrocarburos no convencionales.

El presidente de Repsol también ha señalado Alaska y Rusia como dos territorios con un enorme potencial de recursos aún por descubrir, y ha confirmado que Repsol “quiere estar presente en ellos cada vez con mayor ambición”. En ese sentido, el máximo ejecutivo de la petrolera española ha anunciado “haber dado ya pasos relevantes”, como los acuerdos con socios locales para iniciar un programa exploratorio en el North Slope de Alaska, y la puesta en marcha de una “joint venture” con la compañía rusa Alliance para desarrollar operaciones de exploración y producción de petróleo en ese país.

En cuanto a la sostenibilidad, Brufau ha dicho que “es imperativo avanzar hacia un modelo energético con una menor intensidad en carbono”. Para ello, dice que Repsol ha comenzado a tomar posiciones en energía solar, en eólica offshore, en el impulso a los biocombustibles basados en algas, y en el desarrollo de sistemas de abastecimientos de vehículos eléctricos. No obstante, el presidente de Repsol ha reconocido que “esta actividad aún no tiene un peso muy relevante en nuestro negocio, pero les aseguro que ya está produciendo un saludable cambio de mentalidad en nuestra organización”.