Aunque llevamos más de una década hablando de las bondades del autoconsumo en España, este dio un giro radical en 2019, al derogarse el comúnmente conocido como “impuesto al sol”. Concretamente, el crecimiento en 2021 fue exponencial. El pasado 2022, la potencia instalada en el país creció nada menos que un 130%, con respecto al 2021, de acuerdo con el Informe anual del autoconsumo fotovoltaico, elaborado por la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA).

Aunque hasta hace poco estábamos a años luz —nunca mejor dicho— de algunos de nuestros vecinos europeos, como Alemania o Italia, quienes lideran el autoconsumo en el Viejo Continente, hemos acortado las distancias. Pero en estos países, además de una legislación estable, existe una retribución fija pagada por el Estado que asegura la inversión a largo plazo, algo clave para que ciudadanos y empresas se lancen a ello.

¿Y en España, es rentable?
Actualmente, una instalación media en una vivienda unifamiliar se amortiza aproximadamente en 6 años. Todos pensamos en un chalet cuando hablamos de este tema, perdiendo de vista que 7 de cada 10 españoles viven en pisos y no en unifamiliares o adosados. La colmena española, como dicen algunos.

Por suerte, con la reciente modificación de la Ley de Propiedad Horizontal, en los proyectos solares compartidos por comunidades de propietarios verticales u horizontales, el dinero invertido se llegaría a recuperar en una media de entre 4 y 5 años. Incluso hay casos en los que se podría amortizar en tan solo 2 años. ¿Qué significa esto? Que cambian las reglas del juego. Significa que, por fin, vermos cómo se desarrolla el inmenso potencial del autoconsumo en nuestro país, del que tantos años llevábamos hablando. Significa que el autoconsumo ya no es futuro, sino presente puro y duro.

A partir de ahora, ¿qué ha ocurrido en España? ¿Se trata de un problema de regulación? Pues, lamentablemente, sí. Los obstáculos administrativos son los principales enemigos del autoconsumo energético en un país donde hay un gran potencial físico y geográfico, con recurso solar de sobra conocido. Entre los factores que han impedido que España se convierta en una potencia del autoconsumo en Europa, podemos destacar algunos:

1. La fiscalidad, los impuestos.
2. Las constantes modificaciones de los marcos jurídicos nacionales han creado inestabilidad e incertidumbre, provocando desconfianza en el mercado.
3. Los permisos de construcción y pagos de impuestos pueden tardar hasta 8 meses en obtenerse. Aunque se han eliminado en la mayoría del país, estos procesos siguen activos en algunos municipios.
4. La falta de fondos enfocados en maximizar los recursos financieros dedicados a la eficiencia energética, así como planes de apoyo bien orientados, con fácil acceso a la financiación. Y ello, tanto para hogares vulnerables como para las propias empresas energéticas, que promuevan el ahorro y uso de energías renovables.
5. La falta de conocimiento e información sobre los beneficios, procesos y subvenciones existentes.

En resumen, España debe enfrentar algunos retos para seguir impulsando el autoconsumo solar. Se deberían implementar programas de formación que amplíen el conocimiento en el sector y sus beneficios; lanzar campañas de sensibilización y concienciación, y mejorar los marcos legales, dando mayor flexibilidad al autoconsumo colectivo y potenciando las comunidades energéticas.

Sin embargo, España no lo está haciendo mal del todo. Como ya he comentado, se ha retirado el impuesto al sol. Además, podemos destacar la ampliación, el pasado mes de diciembre, del límite máximo de 500 metros a 2 km entre el punto de producción y consumo de la energía, que había dado lugar a una de las principales críticas.

Es importante seguir creando programas que aceleren la evolución de las energías renovables desde el autoconsumo. También es esencial atender el requerimiento de la Estrategia Europea sobre Energía Solar, que promueve incrementar la contribución de las renovables en el mix energético hasta alcanzar el 45% de generación a través de fuentes limpias en el 2030.

Desde Selectra, trabajamos para acercar esta realidad a todos los usuarios y que todo el mundo pueda controlar y reducir sus gastos. Junto a nuestros colaboradores, hemos promovido la instalación de más de 200 instalaciones de autoconsumo, tanto de hogares como de empresas. Nuestra visión —que nadie tenga que preocuparse por sus gastos— será mucho más fácil de cumplir de la mano de las placas solares.

Borja Osta es experto en energía y subdirector de Selectra, empresa que ayuda al control y la reducción de los gastos energéticos de empresas y hogares. Los clientes de los servicios de esta empresa que opera en 16 países, ahorraron 57 millones de euros en 2022.

 

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