La CNC abre ahora un plazo de un mes para autorizar la operación en primera fase o, en caso contrario, dispone de dos meses para elaborar un informe.

El Juzgado Mercantil número 6 de Barcelona adjudicó en noviembre la unidad productiva de Cacaolat, firma de batidos que pertenecía a la familia Ruiz-Mateos, a la alianza formada por Damm y Cobega (con una participación del 49% cada una) junto con el fondo de inversión Victory Turnaround (2%).

Con una inversión de más de 130 millones de euros, el plan de estas empresas para Cacaolat incluye la puesta en marcha de una nueva planta en la antigua fábrica de Cervezas Damm en Santa Coloma de Gramanet (Barcelona) y un plan industrial para la planta de Zaragoza, así como el relanzamiento de la marca en España y en el ámbito internacional.

Tras la autorización judicial de esta venta, el juez que tramita en Madrid el concurso de acreedores de Clesa (titular del 95% de las acciones de Cacaolat) elevó al Tribunal Supremo una cuestión de competencia en relación con su solicitud de asumir el concurso de la empresa de batidos. En el auto, cuestionaba además la «acelerada» venta de Cacaolat en Barcelona.