Michael Connelly asegura que «la novela policiaca muestra la banalidad del mal»

24/05/2023

Miguel Ángel Valero. El autor de "Estrella del desierto" explica que escribir novela negra "me permite denunciar la corrupción, hacer crítica social". // Video del encuentro con Michael Connelly

AdN organiza un encuentro online con Michael Connelly para presentar su última novela, «Estrella del desierto»,  donde vuelven a encontrarse dos de sus personajes más conocidos, Harry Bosch y Renée Ballard, en una trama que comienza con la posibilidad de que el expolicía cierre, por fin, un caso que lleva atormentándolo años: el asesinato de toda una familia a manos de un psicópata que sigue en libertad.

Renée Ballard, por su parte, hace un año que ha abandonado la Policía, cansada de la misoginia, la desmoralización y una burocracia interminable. Pero cuando el jefe de Policía le dice que puede elegir su propio destino en el departamento, no duda en recuperar su placa para reconstruir la Unidad de Casos Abiertos.

Ballard hará una oferta a Bosch: si viene a trabajar con ella como investigador voluntario en la nueva Unidad de Casos Abiertos, podrá perseguir su obsesión con el respaldo de los recursos del departamento de Policía. Ambos deberán dejar de lado viejos resentimientos para volver a trabajar juntos y dar alcance a un peligroso asesino en una novela que atrapa desde la primera página como solo Michael Connelly sabe hacerlo.

Michael Connelly (Philadelphia, 1956) es uno de los escritores con más éxito del mundo. Es autor de 38 novelas, muchas de las cuales han ocupado el número uno en la lista de los libros más vendidos de «The New York Times». Sus libros, entre los que se incluye la serie de Harry Bosch, la de Renée Ballard, y la del Abogado del Lincoln, han vendido más de 85 millones de ejemplares en todo el mundo, han sido traducidos a 45 idiomas. Connelly ha sido galardonado con algunos de los premios más prestigiosos del mundo de literatura negra. Antiguo periodista también premiado por sus reportajes, Connelly es productor ejecutivo de la serie de Prime Video «Bosch» y de «El Abogado del Lincoln», de Netflix. Reside habitualmente en California y Florida.

Connnelly no se cansa de escribir novelas policiacas: «Elegí qué hacer con mi vida, satisface mi instinto periodístico y me permite analizar cómo evoluciona la sociedad, en qué anda implicada». Reconoce que «cada cuatro o cinco libros el personaje se tienen que reinventar, pero sigue vivo en mi cabeza, ahora Harry Bosh  se presenta como voluntario a la Unidad de Casos Abiertos, mientras debe enfrentarse al cáncer». «Hay que trabajar para que el personaje siga siendo inspirador e interesante para mí, y también para los lectores», subraya.

No le preocupa que se considere la novela policiaca un subgénero: «Siempre está en las listas de libros más vendidos, no siempre en los primeros puestos, pero es mucho más que entretenimiento, es utilizar el crimen como marco para reflexionar sobre algún aspecto de la sociedad». «Es un género que puede atraer al lector de cualquier parte del mundo, un marco maravilloso para crear y desarrollar un personaje, para divulgar un secreto, para contar una historia», subraya.

«No sé cuántos libros me quedan, tengo ya 67 años»

Después de «Estrella del desierto», ¿qué? Connelly responde: «De alguna manera, con el cáncer, Harry Boss está pasando el testigo a  Renée Ballard, ejerce como mentor, le transmite experiencia y sabiduría, y la policía ganará más protagonismo». «No sé cuántos libros me quedan, tengo ya 67 años», confiesa.

Cree que «lo que buscan los lectores cuando abren una de mis novelas es autenticidad. El 99,9% de ellos no se dedican en la vida real a resolver crímenes, pero quieren algo real, realista, donde los detalles sean captados de la forma más veraz posible, como un periodista. Harry Bosch no es un personaje real, pero el lector quiere percibirlo así».

Revela algunos ‘trucos’: «Tanto la investigación como la escritura son un proceso muy controlado, una tarea muy planificada, nunca me he visto forzado a hacer un giro inesperado o sorprendente, lo que pasa es que en conversaciones con investigadores o con técnicos de laboratorio siempre descubro algo nuevo».

«Escribo sin saber el final,  pero me gusta saber a dónde voy, ver la luz al final del túnel cuando estoy escribiendo», desvela. «Lo más difícil es escribir las 100 primeras páginas, luego cuando se coge carrerilla todo fluye muy rápido».

«Me inspiro en casos reales, pero no me gusta fijarme en los más importantes, en los que son muy conocidos. En «Estrella del desierto» es un secuestro real en California de una familia con niños, por motivos económicos. Esto muestra la banalidad del mal», recalca.

¿Qué tienen en común sus personajes? Connelly es reacio a contestar, porque considera que «es una cuestión muy difícil». Pero al final cede: «No es un proceso consciente, pero tienen en común la resiliencia, la tenacidad para hacer lo que hay que hacer, para conseguirlo, no se inmutan ante los obstáculos. Son cualidades que conectan muy bien con los lectores».

Sobre las adaptaciones cinematográficas o televisivas de sus novelas, el autor de «Estrella del desierto» confiesa que se siente «afortunado porque han sido buenas, he estado implicado en ellas, mi visión es positiva». Admite que «al principio tuve muy poco éxito con Hollywood». Y subraya que su objetivo en las adaptaciones de sus novelas es «mantener la integridad de los personajes».

«Escribir es mucho más difícil que la implicación en una adaptación al cine o a la televisión. He puesto mucho más de mí en los libros que en las adaptaciones. Aunque verlo en la pantalla es emocionante, siempre preferiré los libros, soy hombre de libros», remarca.

«Tratar todas las novelas como si fueran la primera»

¿Cómo logra tan buenas críticas de sus novelas? Cree que tiene «muchísima suerte de estar con estos personajes durante tanto tiempo, soy un privilegiado porque me permite tratar las cuestiones que me interesan, seguir escribiendo sin distraerme, coger impulso». Para él, la clave es «tratar todas las novelas como si fueran la primera».

Entre esas cuestiones que le interesan, «la tecnología, su evolución y su impacto en la sociedad, cuando empezó Harry Bosh no tenía móvil ni internet; la mala conducta policial, que no ha cambiado tanto como la sociedad, y que lleva a cuestionar quién vigila a la Policía; la violencia; la crueldad; el racismo».

¿Por qué escribe novela negra? «Me permite denunciar la corrupción, hacer crítica social, hablar de cualquier realidad de la sociedad. De niño fui testigo de un crimen, pasé una noche ocho horas en una comisaría. Los investigadores ven el peor lado de la humanidad, pero tienen que mantener la entereza, unan cierta nobleza», confiesa.

 

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