La séptima letra

24/05/2023

J. M. Miner Liceaga.

Da toda la impresión de que los mandatarios de altura cursaron en su día una circular dentro de sus respectivos partidos para que el grupo de pensadores se reuniera a la mayor brevedad posible para dar rienda suelta a su sapiencia y, en el vuelco de ideas consabido, plasmaran en un folio, o en dos, todas aquellas ideas, peregrinas o no, que pudieran servir de base para los ciudadanos llamados a las urnas.

La verdad es que, salvo escasas excepciones, no se han estrujado en exceso las neuronas, entre otras cosas porque los problemas son comunes y las soluciones no tienen más que un camino. La impresión es que todos, salvo algún verso suelto, ofrecen prácticamente los mismo caramelos a los votantes, presuntos o no.

Si uno se molesta en leer, aunque sea en diagonal, los ofrecimientos que nos hacen nuestros queridos políticos son muy parecidos. Los de carácter general, que siempre son un fijo en todas los previos a las elecciones, son la educación, la sanidad y los impuestos. Sobre los dos primeros, las coincidencias son manifiestas: más inversiones, más profesores, más maestros, mejores remuneraciones… más inversiones, listas de espera más cortas, más médicos, incrementos salariales…

Por si sobre este último punto quieren tomarlo como mal ejemplo, personalmente conozco el caso de un paciente al que han tardado más de seis meses en citarle para hacerle una ecografía en un pie. Ni que decir tiene que con el paso de tiempo ya casi se le ha curado el mal…

En la cuestión de los impuestos hay alguna diferencia. Unos apuestan por bajarlos. Otros por la progresividad en el sistema tributario. Es decir, o que todos paguen menos o que paguen más los que cuenten con más posibles. La eterna canción.

Dentro del grupo de los versos sueltos hay un par de ellos que, también han llamado la atención. El más relevante, y con un alcance que se antoja a meses vista, por ejemplo, diciembre, es cómo andan a la gresca algunos políticos sobre la séptima letra del alfabeto griego. ¡Viva la cultura!, dirían algunos. ¡Abajo el grafema que recuerda perversas actuaciones! Lo malo es que los que no se ponen de acuerdo son el mismo equipo. Así, diría algún comentarista, no se ganan las copas de Europa y ni tan siquiera los campeonatos de liga. Pero el mundo de la política, a veces, es así. Tras la fachada de unas siglas, de un icono, de un símbolo, se esconden en ocasiones recónditas aspiraciones de triunfo.

Para una, la séptima letra del alfabeto griego está viva. Para su jefe superior la visión es bastante bien diferente. Compañeros de una y de otro opinan lo mismo que el jefe supremo. ¿Intención manifiesta? ¿Tanteo del terreno? ¿Aspiraciones ocultas? ¿Mal asesoramiento? Ella y ellos, sus asesores, sabrán.

El otro verso suelto que puede tener cabida en el terreno de lo jocoso es el referido a combatir el cambio climático. ¡Ponga usted una maceta en el balcón! ¿Querrán competir con los patios cordobeses o con la belleza natural de las estrechas calles de Vejer de la Frontera, pongo por caso?  Al final, igual consiguen que los madrileños, los turistas y los visitantes nacionales domingueros, vayamos todos con la cabeza bien alta mirando y admirando los balcones del centro de Madrid (porque en el extrarradio ya no los hay) y nos olvidemos de los escaparates. …Los comerciantes igual protestan… ¡Ah! ¿Y se podrá elegir la especie de planta? ¿Valdrán todas?

Desde otro punto de vista más mundano cabe indicar el interés que tienen los partidos por “disimular” la memoria económica que debería acompañar a toda declaración de buenas intenciones, y el desinterés de las mayoría de los ciudadanos por intentar conocer las fuentes de ingresos, el reparto del presupuesto, la prioridades de inversión… y cosas así.

Lo curioso es que los “cuartos” son importantes para llegar a fin de mes y se marginan a la hora de saber cómo se abarata el alquiler de una vivienda. Somos así.

¿Te ha parecido interesante?

(Sin votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.