UGT ha reaccionado ante el dato adelantado del Índice de Precios de Consumo (IPC) en mayo y considera que «es necesario seguir vigilantes» e impulsar cambios regulatorios para «establecer topes a los desproporcionados beneficios cosechados por algunas empresas».

El sindicato ha señalado en un comunicado que la caída del IPC en un 0,1% este mes en relación con el anterior, y en nueve décimas su tasa interanual, hasta el 3,2%, muestra «una moderación de los precios».

No obstante, avisa de que «parte del tejido empresarial sigue manteniendo unos márgenes de beneficios elevados» y ha pedido «establecer topes» para que no se sigan «tensionando los precios», especialmente en «sectores que afectan a bienes y servicios de primera necesidad».

Asimismo, ha pedido mantenerse «vigilantes», ya que, aunque continúa así la paulatina moderación» de la inflación, «la incertidumbre ante un posible recrudecimiento de la guerra en Ucrania podría alterar este escenario».

El sindicato destaca también como positivo el dato de la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos), que en mayo se situó en 6,1%, 2,9 puntos por encima del IPC general, pero con una disminución anual de 5 décimas respecto al mes anterior.

Finalmente, ha insistido en que se deben de trasladar las subidas salariales acordadas en el último Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva a los convenios colectivos que están pendientes de firmar.

UGT considera que es «una cuestión clave para recuperar el poder adquisitivo de la clase trabajadora» y para reactivar el consumo, el empleo y la actividad económica.