Esta medida es consecuencia de la decisión de la agencia del pasado lunes de poner en revisión con implicaciones negativas la calificación de 15 de las 17 economías del euro, entre ellas la española. Así, aunque se benefician también de su condición de emisor independiente, el rating soberana también influye en su calificación.

Las calificaciones de empresas del sector de las infraestructuras son las más afectadas por esta decisión de S&P, ya que a menudo están controladas parcial o totalmente por el Gobierno y tienen en general una elevada exposición a los mercados nacionales.

De las 26 entidades, sólo tres no tienen vínculos con los Gobiernos: Atlantia, Portugal Telecom y Endesa. En el caso de la eléctrica española, su calificación está ligada al rating de Enel, que también ha sido puesto en revisión con implicaciones negativas por la agencia.

Otras entidades afectadas por esta decisión son Aeroports de Paris, Deustch Bahn, Dublin Airport Authority, EDP, Electricite de France, Eni o Societe Nationale des Chemins de Fer Français, entre otras.