‘Copo de nieve’ (AdN, traducción de Teresa Lanero, 269 páginas) es la primera novela de Louise Nealon. Se trata de una escritora del condado de Kildare, Irlanda, que en 2017 ganó el concurso internacional de relatos Seán Ó Faoláin y recibió el premio de escritura creativa Francis Ledwidge. Ha publicado en The Irish Times, Southword y The Open Ear.

Nealon cursó el grado de Literatura en Trinity College Dublin en 2014 y un máster de Escritura Creativa en Queen’s Unversity Belfast en 2016.

Vive en la granja de producción lechera donde creció. Como puede comprobarse, es una novela con muchos componentes autobiográficos.

Cometerá un error quien lea ‘Copo de nieve’ como una obra de literatura juvenil, porque aunque trata el drama de la entrada en la madurez, va mucho más allá. Es la historia de Debbie White, una joven que creció ordeñando vacas en una granja lechera en Kildare. Con ella vivían su tío Billy, que vivía en una caravana aparcada en la propiedad y cuya mejor amiga era una botella de whisky, y su madre, Maeve, que se pasa el día durmiendo y anotando unos sueños que cree que son profecías.

Cuando la aceptan para estudiar filología inglesa en el Trinity College de Dublín, Debbie cambia la brutalidad de la vida en la granja por la de la ciudad, donde los guardias se ríen de ella por pedir direcciones y los compañeros de clase se burlan de su ingenuidad y su origen: una vida apartada y hogareña marcada por el misticismo, el alcoholismo y la austeridad.

Mientras avanza entre sus nuevas y sofisticadas amistades, las cosas comienzan a desmoronarse. La excentricidad de Maeve se torna más oscura y la afición por la bebida de Billy empeora. Debbie tiene que bregar con sus facetas más difíciles y con su vida insignificante. Pero aunque los White están locos, también son tremendamente afectuosos, y cada uno de ellos representa un lugar seguro para los demás.

Debbie comienza entonces una lucha por encontrarse a sí misma y por evitar convertirse en su madre.

De esta manera, Louise Nealon nos interpela sobre cómo descubrimos quiénes somos una vez que nos aventuramos en el mundo por nuestra cuenta. Y al mismo tiempo, realiza un crudo retrato de la sociedad irlandesa, tanto la rural como la urbana, y especialmente la universitaria.

Lo hace con una historia de familias desordenadas y de amistades aún más caóticas. Con la descripción de las insatisfacciones, prejuicios, dudas y expectativas defraudadas que se pasean por la vida. Y con los conflictos que se generan por el salto del campo a la ciudad y a la Universidad, de la adolescencia a la madurez.

Entre medias de la búsqueda de la propia identidad entre temores y dudas; ‘Copo de nieve’ aborda la depresión, el insoportable peso de los orígenes familiares, la amistad, los sueños, los tabúes que todavía merodean en torno a la sexualidad, las adicciones.

Louise Nealon usa una escritura que sorprende por su madurez, ágil y mordaz, que sabe tocar las fibras y la sensibilidad del lector sin perder un sentido del humor bastante británico (aunque eso pueda sorprender en una irlandesa).

Los personajes son atormentados pero maestros de la supervivencia. Descritos con profundidad, sirven para mostrar la complejidad de la vida, la necesidad de tener en cuenta el contexto a la hora de valorar a los demás y de tratar de entenderse a uno mismo. También, para denunciar la omnipresente presión que sufren los jóvenes, pero también los que hace mucho tiempo que dejaron de serlo.

Nealon no se limita a describir esa realidad, no se queda en la queja, sino que no tiene inconveniente en bajar al barro, en mancharse las manos para desenterrar las raíces de uno mismo, sus miserias, pero también sus fortalezas. Todo un ejercicio de introspección.