El Registro de Economistas Forenses (REFOR) —órgano especializado del Consejo General de Economistas de España (CGE) en materia de insolvencias— y Cepyme Cepyme (Confederación Española de la Pyme han presentado hoy la cuarta edición de la Guía de actuación de la empresa ante la insolvencia 2023. Esta guía se lanza tras 9 meses de la entrada en vigor de la Ley 16/2022 de Reforma Concursal, que introdujo importantes cambios en la gestión de las insolvencias, y ante la nueva directiva de insolvencia de 2023, actualmente en tramitación.

Si bien esta guía es de utilidad para todo tipo de empresas, independientemente de su tamaño, está especialmente pensada para pymes y micropymes, y, en general, para empresarios autónomos y emprendedores de menor dimensión. Y no es en vano, pues tal y como refleja el Atlas Concursal del REFOR, se viene observando cada vez una mayor concentración de los concursos de acreedores en empresas de reducida dimensión y autónomos, lo que hace que esta cuarta edición de la guía sea especialmente oportuna: contiene un capítulo sobre el procedimiento electrónico para microempresas incluido en la nueva Directiva de insolvencia de 2022, que se está tramitando en este 2023.

En definitiva, más que una mera actualización, la guía contiene un enfoque nuevo y renovado adaptado a las nuevas realidades en las que nos encontramos en la resolución de las crisis empresariales. Y está concebida como una herramienta divulgativa de ayuda y soporte para empresas –especialmente pymes–, autónomos y ciudadanía en general.

Procesos farragosos
Los economistas del REFOR consideran que el propio concurso de acreedores sigue siendo un proceso farragoso en nuestro país con multitud de interacciones y trámites, si bien reconocen el impulso dado en España a las soluciones preconcursales, Y ello gracias a las últimas reformas de 2022, que han permitido impulsar herramientas eficientes, como son los planes de reestructuración empresarial o la venta anticipada de unidades productivas (prepack), similares a las de otros países de nuestro entorno.

Con todo, durante la presentación de esta guía se ha puesto de manifiesto que la convocatoria de elecciones adelantada, así como las próximas elecciones europeas previstas para junio de 2024, podrían retrasar los desarrollos normativos pendientes en el marco de las insolvencias, tanto en España como en el resto de la UE. A este respecto, el presidente del CGE, Valentín Pich ha dicho: “Sería bueno que el gobierno que salga de las urnas el próximo el 23 de julio, impulsara procedimientos concursales más sencillos que los haga más atractivos para las empresas, porque persiste un estigma concursal. Algo que se ha evidenciado en las trabas que las empresas en concurso han tenido de cara a la concesión de ayudas tras la pandemia por Covid, para solicitar subvenciones o para contratar con la Administración Pública, lo que, quizá, pudiera haber limitado sus opciones para salir adelante”.

Por su parte, el director de Economía y Políticas Sectoriales de Cepyme, Francisco Vidal, ha declarado: “La verdadera clave está en que la empresa no llegue a afrontar una situación de insolvencia y para ello es decisivo el hecho de atesorar una actitud proactiva a la hora de detectar sus problemas y afrontarlos, pero también dotar a la empresa española de un marco favorable a su crecimiento y desarrollo frente al actual escenario en el que proliferan los obstáculos gubernamentales que debe superar”.

Con un punto de vista optimista, el presidente del REFOR, Miguel Romero, ha manifestado que “las nuevas soluciones para abordar la insolvencia, y que se incluyen en esta guía, abren un nuevo abanico de posibilidades para evitar la desaparición de empresas viables, y con ello, el efecto colateral adverso para proveedoras de la misma y la destrucción de empleo que haya generado la actividad”.

 

La vicepresidenta 2º del REFOR, administradora concursal y coordinadora de la guía, Bárbara Pitarque, ha especificado: “Esta nueva edición de la guía incluye todas las fases a las que cabe enfrentarse ante una crisis de empresa, desde cómo detectar que se está en preinsolvencia con alertas tempranas, las diversas soluciones preconcursales alternativas al concurso y las propiamente concursales”. Y ha añadido: “Se incorpora además a esta nueva publicación una explicación detallada de las herramientas más novedosas en torno a los planes de reestructuración y el desarrollo del prepack o venta de unidades productivas en fase preconcursal”.

Advertencias principales
Bárbara Pitarque ha expuesto las puntos esenciales recogidos en la guía, así como las conclusiones principales:

1. Ante una situación de insolvencia, hay que acudir al procedimiento establecido y evitar el simple persianazo. De lo contrario, se pueden producir problemas legales de todo tipo y condicionar la posibilidad de poder administrar otras sociedades. Hay que tener en cuenta que un acreedor o acreedores pueden instar un concurso necesario y se abre una pieza de culpabilidad para el insolvente.
2. No presentar el concurso en plazo puede tener consecuencias tanto para la viabilidad de la empresa como para la calificación del concurso. Por ello es importante tener un buen control financiero internamente y un diagnóstico periódico en la empresa para prever la potencial insolvencia.
3. Es importante intentar evitar el concurso de acreedores optando por soluciones preconcursales: los planes de reestructuración permiten modificar la estructura del activo, del pasivo o de los fondos propios de una sociedad, evitando la insolvencia. Asimismo, el prepack pretende la venta de los activos de la empresa insolvente o en probabilidad de insolvencia posibilitando la maximización de su valor.
4. Si estas medidas no son suficientes, el concurso puede ser la vía adecuada para reflotar una determinada empresa insolvente o para una liquidación ordenada y con garantías.
5. Antes de solicitar el concurso hay que prever sus costes.
6. Tras la reforma concursal de 2022, se entiende que la segunda oportunidad del deudor persona física sin actividad y autónomo no es un beneficio sino un derecho, por lo que el mecanismo pasa de llamarse “Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho” (BEPI) a denominarse simplemente “Exoneración del Pasivo Insatisfecho” (EPI). En este sentido, hay que evitar endeudarse en exceso, sobre todo en créditos públicos, que están limitados en esta exoneración.
7. Es importante ponerse al día en nuevas herramientas ante la transformación electrónica del procedimiento concursal. España ha sido pionera en este sentido y los nuevos procedimientos electrónicos de microempresas que se han incluido en la reforma concursal están ya operativos en 2023.

Conclusiones de la guía

1. Más vale prevenir que curar.
2. Realizar un diagnóstico periódico de la situación empresarial adelantándose en el tiempo. 3. No presentar el concurso en plazo o no intentar aprobar un plan de reestructuración puede tener consecuencias tanto para la viabilidad de la empresa como para la calificación del concurso.
3. Evitar el persianazo de las empresas fuera del concurso de acreedores.
4. Intentar evitar el concurso de acreedores optando por soluciones preconcursales con un plan de reestructuración o prepack.
5. El concurso puede ser la vía adecuada para reflotar una determinada empresa insolvente o para liquidarla cesando su actividad, en el caso de no conseguir adoptar medidas preconcursales.
6. Antes de solicitar el concurso hay que prever sus costes.
7. Hay que tener presente como deudor la sección denominada de calificación.
8. Se cree en la verdadera Segunda Oportunidad.
9. Conocimiento de las nuevas herramientas ante la transformación electrónica del procedimiento concursal.

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