El paro bajó en junio en casi 50.300 personas. Se trata del peor registro de los últimos años. Aun así, el nuevo descenso sitúa la cifra total de parados por debajo de los 2,7 millones de personas, el número más bajo desde septiembre de 2008.

En términos desestacionalizados, el paro también descendió en junio, aunque en menor medida – unas 11.000 personas —, según esta estimación que elimina los efectos del calendario y la estación sobre las listas del paro.

Por su parte, la Seguridad Social también acusó uno de sus peores registros de los últimos años. En primer lugar, en términos desestacionalizados, quebró una racha de once meses seguidos con aumentos de afiliación, al restar unos 20.000 afiliados a sus listas, según esta estimación. Y además estableció un nuevo registro negativo, al marcar en rojo un mes de junio, algo que no sucedía desde 2013, en plena crisis de deuda.

Como cada año, la educación – en términos de afiliación media – provocó el mayor roto en el empleo, al perder de golpe un 5% de sus afiliados en un solo mes.

Los datos del paro muestran señales combinadas del comportamiento del mercado de trabajo en España el primer mes del verano. Por un lado, baja el paro – incluso en términos desestacionalizados –; sube la contratación – con los fijos discontinuos liderando la contratación indefinida –; y prosigue el vuelco en el paradigma de uso del contrato temporal que inaugurara por la reforma laboral.

Pero continúa creciendo el gasto en prestaciones – casi un 9% – (esta vez con datos de mayo); los descensos del paro son los más débiles para un mes de junio en más de una década (exceptuando la pandemia); y la contratación indefinida pierde fuelle respecto al (extraordinario) año pasado.

En cifras, el descenso del paro el último mes de junio es sobre todo femenino — 30.000 paradas menos, frente a 20.000 varones parados menos; en números redondos –; y distribuido por todas las comunidades autónomas y casi todas las provincias españolas (solo sube el paro en Huelva en junio).

Auge del fijo discontinuo

El influjo de la reforma laboral sigue dejando su honda impronta en los registros de contratación. Un mes más, el número de contratos indefinidos supera el medio millón en un solo mes; concretamente, unos 630.000; lo cual supone el 42% de todos los contratos firmados el pasado mes de junio.

El contrato fijo discontinuo sigue marcando su ley, después del impulso dado por la reforma a este vínculo de faena intermitente. El pasado mes de junio incluso se alza en el primer puesto del número de contratos indefinidos firmados, con unos 250.000 vínculos; por delante del indefinido a tiempo completo y a tiempo parcial, de los que se sellaron 242.000 y 137.500, respectivamente.

Casi un 65% de los parados cobraban alguna ayuda en mayo, cuatro puntos más que hace un año. Sin embargo, estas ayudas representan un gasto cercano a los 1.735 millones de euros; un 9% más que un año atrás.

Malos datos en Seguridad Social

Los datos de la Seguridad Social requieren un análisis pormenorizado. Por un lado el comportamiento de la afiliación es el peor de los últimos años, tanto en términos de afiliación media, como en términos desestacionalizados.

Comenzando por la estimación, la Seguridad Social pierde 20.000 afiliados en junio, después de eliminar el viento a favor del calendario sobre las velas del empleo. La construcción – pero también la hostelería – es la responsable de la pérdida de empleo en junio, en términos desestacionalizados.

Este dato de afiliación desestacionalizada supone un descenso, inédito en los últimos once meses. Y que no se había producido en un mes de junio desde el año 2013; cuando las palabras prima de riesgo dominaban la actualidad económica.

Pero además tampoco le fue mejor a la Seguridad Social en la otra serie principal, la que mide el número de afiliados medios durante un mes. En junio, se registraron unos 55.000 nuevos cotizantes. Se trata del peor registro desde el año 2015 para un mes de junio.

Baste decir que en los años anteriores a la pandemia, la afiliación media presentaba cada año un crecimiento de entre 75.000 y 100.000 empleos; sensiblemente superior a los 55.000 de este año.

El verano deja sin trabajo a los profesores

Lo que no cambia es el desmoronamiento anual de la educación cuando se acercan las fechas veraniegas. Un rubro que pierde 52.000 cotizantes de golpe en un solo mes; casi un 5% del total; al igual que el sistema especial agrario, con 33.000 bajas el pasado mes.

Por el contrario, crece el empleo en hostelería, 32.000 nuevos cotizantes; comercio, 30.000 más; comercio, otros 30.000; actividades administrativas, 21.000 más; e industria manufacturera, que suma casi 8.000 nuevos ocupados medios en junio.

En cuanto a los autónomos, el mes de junio se salda con unos 6.700 nuevos afiliados, su peor dato – exceptuando la pandemia – desde 2012 (en 2019 se crearon en junio 8.745 empleos autónomos); con especial afectación este año también en la rama educativa, que pierde un 1,4% de todo su empleo.

En la Administración, en mayo, el empleo sigue creciendo a buen ritmo, con 96.500 nuevos afiliados, un 3,4% más que un año atrás, hasta sumar un total de 2,92 millones de cotizantes, según el número de afiliados medios en los Inventarios de Entes de Administraciones Públicas.