Como la canción del verano que inmortalizó Georgie Dann, «Yo tengo un chiringuito, lo tengo muy bonito», las vacaciones transforman la carta de El Ancla del Lago, el restaurante que ha revolucionado la Casa de Campo de Madrid (Paseo María Teresa, 2, reservas en 913 54 36 07 y en restauranteelancladellago.com).

Sin perder ni calidad ni cantidad, la carta sabe a chiringuito de verano, con sus pescaítos, chipirones, sepia, rodaballo o pulpo. Pero no por ello olvida su grandes éxitos: la ya famosa parrillada de buey, el chuletón de ternera de 1 kilo, o el
lenguado, todos ellos platos preparados al carbón.

No podían faltar en un chiringuito de verano que se precie, aunque esté en Madrid, donde vaya vaya, aquí no hay playa, ni tampoco mar, aunque sí el lago de la Casa de Campo, los arroces. La especialidad de El Ancla del Lago es el arroz con bogavante,
soberbio, sabroso y caldoso. Pero no se quedan atrás  el arroz con carabineros, o el negro, entre otros.

El Ancla del Lago refuerza, con el verano, su  propuesta gastronómica apta para todos los públicos. Un desayuno antes de empezar una marcha por la Cada de Campo; un aperitivo antes del almuerzo familiar; una comida, tras pasar el día en el pulmón de la capital, o para celebrar la cercanía de las vacaciones. O unas copas, momento especialmente recomendado al atardecer, cuando empieza a refrescar.