La Capadocia es un lugar con múltiples encantos para los turistas y uno de los destinos más deseados cuando se visita Turquía por sus alojamientos especiales como hoteles cueva o sus coloridos globos aerostáticos, entre otros. Además, se trata de una región que alberga singulares paradas culturales y un patrimonio milenario de viticultura y alfarería. Por eso os presentamos cinco de sus atractivos turísticos más emblemáticos que no hay que perderse.

Chimeneas de hadas, el símbolo de Capadocia. Estas antiguas formaciones rocosas pueden divisarse desde cualquier punto de la zona. Los mejores ejemplos de chimeneas de hadas se encuentran en Paşabağ, donde estas esculturas tienen sus cuerpos cónicos con ‘sombreros’. Por otro lado, la fórmula perfecta para disfrutar de su impresionante vista es desde un globo aerostático. Cuando el globo asciende lentamente al amanecer, se tendrá la oportunidad de ver los espectaculares valles bajo sus pies.

Los legendarios hoteles cueva. Alojarse en un hotel cueva es una de las experiencias más inolvidables que esta zona ofrece a sus visitantes. Su arquitectura y diseño único, añaden un encanto extra al lugar, convirtiéndolo en una parada obligada para los viajeros. Contemplar la puesta de sol mientras se toma un café en estos hoteles, donde las texturas históricas y naturales de la región se combinan con el lujo moderno, es una de las actividades imprescindibles.

Ciudades subterráneas con las que viajar en el tiempo. Esta región es hogar de importantes vestigios que datan desde los hititas del segundo milenio a.C. hasta las actuales civilizaciones. El Museo al Aire Libre de Göreme, inscrito en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, destaca por sus lugares sagrados excavados en las rocas y sus frescos que representan escenas significativas del cristianismo primitivo. También las ciudades subterráneas son impresionantes. Con origen en los siglos VII y VIII d.C., eran utilizadas por los primeros cristianos para rendir culto público. Kaymaklı, Derinkuyu, Özkonak y Mazı son ejemplos de ciudades subterráneas que han sobrevivido durante décadas y ofrecen una visión de la vida clandestina de los habitantes de la región, con sus túneles, habitaciones, graneros, bodegas, comedores, iglesias y almacenes de alimentos. El valle de Gomeda, que se extiende a lo largo del río Üzengi, contiene iglesias excavadas en las rocas, palomares, viñedos y una ciudad subterránea. Las tres chimeneas de hadas adyacentes definidas como «el padre, la madre y el hijo» en el castillo de Ortahisar y el distrito de Ürgüp, son también otros de los lugares de visita obligada.

Los famosos globos aerostáticos… y mucho más. Sin duda, las excursiones en globo -tantas veces fotografiadas y compartidas- son la actividad más relacionada con este rincón de Turquía. Sin embargo, las posibilidades son infinitas. Las experiencias de safari en todoterreno permiten contemplar de cerca los valles, asentamientos rocosos y chimeneas de hadas. Las rutas de senderismo son perfectas para explorar Capadocia a pie. La región, conocida también como la tierra de los hermosos caballos, puede recorrerse montando sobre uno de estos animales que están muy familiarizados con el territorio. La alfarería es otra experiencia recomendable: para disfrutarla se puede asistir a un taller en Avanos, localidad famosa por su arcilla blanda y aceitosa que procede de los lechos de los ríos de Kızılırmak.

La gastronomía. Las exquisiteces locales son otra atracción a tener en cuenta, especialmente para los viajeros gourmet. El testi kebabı es un manjar que hay que probar Capadocia, cuya cocina es rica en recetas elaboradas con verduras y frutas cultivadas en las tierras fértiles de la zona. Otras especialidades son el estofado de albaricoque, el arroz con leche con cúrcuma, nevşehir mantısı (un tipo de ravioli) y nata. Además, cuenta con un arraigado patrimonio vinícola que se remonta a miles de años, de modo que es recomendable probar los vinos de uvas endémicas de la zona.

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