En los últimos años estamos viviendo en primera persona la gran velocidad a la que está cambiando el mundo, la evolución constante de todas las organizaciones que forman parte de nuestro ecosistema. Este ritmo vertiginoso, la tecnología, la complejidad y la incertidumbre están transformando la forma en que vivimos y trabajamos día a día.

Estamos inmersos en unos entornos muy cambiantes, de alta incertidumbre y complejidad, lo que hace que la capacidad de reacción y de adaptación de las organizaciones pase a ser uno de los aspectos fundamentales, si no el más importante, para su éxito. Para cualquier tipo de organización, independientemente del área de actividad en que se mueva o del tamaño que tenga, no basta con tener buenos resultados económicos, es necesario tener una visión 360º que permita desarrollar su máximo potencial.

Es necesario apoyarnos en modelos de referencia que nos ayuden a ser más ágiles, a adaptarnos a los cambios del entorno, a mejorar, a transformarnos… es necesario adoptar en las organizaciones un enfoque integrador de la gestión, centrado en la excelencia, la innovación y la sostenibilidad. ¿Y qué mejor herramienta que el modelo de la Fundación Europea para la Gestión de la Calidad (EFQM)?

Modelo EFQM
Utilizado por más de 50.000 organizaciones en todo el mundo, el modelo EFQM es un marco de referencia que permite a las organizaciones medir dónde están en el camino hacia la transformación, ayudándolas a comprender los gaps y las posibles soluciones disponibles, y empoderándolas para mejorar significativamente su rendimiento. Es una herramienta clave para contribuir a impulsar la transformación y mejorar la gestión de las organizaciones, a través de un enfoque integrado, que incluye la excelencia, la innovación y la sostenibilidad.

¿Pero qué es eso de la gestión excelente, innovadora y sostenible? ¿Cuáles son sus claves? ¿En dónde debo poner el foco de atención? Desde el Club Excelencia en Gestión hemos realizado un ejercicio de reflexión e intercambio de opiniones con expertos, que nos hace pensar que al menos son 8 los elementos críticos a los que debemos prestar especial atención en torno a la gestión excelente, innovadora y sostenible:

1. Propósito inspirador. Definir un propósito que proporcione inspiración, que resalte la importancia y el valor que proporciona a su ecosistema y que motive a sus grupos de interés.
2. Cultura de éxito. Fomentar una cultura que favorezca el éxito, creando las condiciones necesarias para experimentar, equivocarse y aprender de los errores.
3. Implicación de los grupos de interés. Construir, mantener y desarrollar, de forma permanente, relaciones con los grupos de interés clave, implicándolos en el desarrollo y despliegue de la estrategia y propuesta de valor.
4. Profundo conocimiento del ecosistema. Identificar los principales agentes que forman parte del ecosistema, reflexionando sobre el papel que desempeñan y su impacto en la organización.
5. Transformación e innovación. Promover una cultura en la que se fomenta la creatividad, la innovación y el pensamiento disruptivo, teniendo presente en todo momento la continua necesidad de transformación.
6. Contribuir a los ODS desde la estrategia. Respetar y cumplir la esencia de los mensajes de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, incorporándolos a su estrategia y apoyando el papel que las organizaciones pueden desempeñar en su consecución.
7. Compromiso con la sostenibilidad. Desarrollar una hoja de ruta estratégica basada en criterios ESG (Environmental, Social and Governance), acompañada de herramientas de medición. Todo para saber en qué medida es capaz de, al mismo tiempo, actuar de manera sostenible frente tres factores: responsabilidad ambiental, social y de buen gobierno.
8. Visión de futuro. Ser visionarios, promoviendo una cultura caracterizada por la búsqueda de nuevas oportunidades presentes en el ecosistema y que todavía no han sido abordadas por sus competidores, mucho más centrada en el futuro de la organización y no en los logros del pasado.

Todos estos elementos se encuentran presentes en el modelo EFQM a lo largo de los distintos criterios y subcriterios que lo integran. Sería recomendable para cualquier organización que quiera iniciar un proceso de transformación, realizar un ejercicio de autodiagnóstico y reflexión. En primer lugar, poniendo el foco de atención en estos pilares y, posteriormente, en los 7 criterios del modelo EFQM. En cualquier proceso de mejora o transformación, necesitamos saber de dónde partimos, conocer y reconocer dónde nos encontramos para marcar objetivos realistas y ambiciosos.

A partir de este momento surge la gran duda: ¿realmente puede este marco de gestión transformar mi organización? ¿Está a mi alcance? ¿Cualquier organización puede realizar ese ejercicio de autodiagnóstico? La respuesta es SÍ, con mayúsculas. La gran noticia es que es un ejercicio al alcance de cualquier organización, pues el modelo EFQM es un marco de referencia holístico, aplicable a cualquier organización, independientemente de tu tamaño o sector de actividad.

Además, otra buena noticia es que se trata de un marco no prescriptivo. Es una guía que ofrece buenas prácticas de organizaciones excelentes, que nos permite medir cómo está la gestión en un momento determinado y fijar objetivos de mejora.

Son muchos los casos de éxito de transformación de pequeñas, medianas y grandes organizaciones. De hecho, a lo largo de los últimos 20 años hemos entregado más de 3.000 reconocimientos EFQM a organizaciones que tenían un denominador común: su firme compromiso con la mejora continua y el deseo de impulsar cambios.

Alfredo Millán (en Twitter, @AlfredoMillan) es director de Servicios y Excelencia del Club Excelencia en Gestión (@Club_Excelencia).