Julio borró el color rojo del listado de empleo sin influjo del calendario de la Seguridad Social. Su registro desestacionalizado sumó 16.000 afiliados, tras el bache de junio. Y situó su media de afiliados más cerca de los 21 millones; concretamente, 20,89 millones, tras crecer en 22.000 ocupados en esta otra serie que mide la media de afiliación.

Un mes en que los contratos fijos discontinuos volvieron a superar a los indefinidos a jornada completa, al igual que en junio. Y en que el paro bajó en unas 11.000 personas, mejor que el año pasado, aunque en términos discretos si comparamos con el último lustro anterior a la pandemia.

Comenzando por el paro el descenso en julio en unos 11.000 desempleados sitúa la cifra total de parados en 2,67 millones, un 7,14% menos que hace un año.

Sin embargo, en términos desestacionalizados, el paro subió en julio en unas 5.500 personas, una vez eliminados, mediante cálculos matemáticos, los efectos del viento de cola sobre el empleo derivados del calendario y la estación del año.

El descenso del paro se despliega por todos los sectores, excepto en la construcción, donde sube el desempleo respecto a un mes atrás.

De todos los contratos firmado, casi el 40% son indefinidos, aunque, un mes más, el número de fijos discontinuos supera — esta vez ligeramente — el número de contratos indefinidos ordinarios a tiempo completo; unos 220.000 en cada caso. El resto, hasta superar holgadamente el medio millón, corresponden a jornada parcial; o sea, unos 125.000.

La contratación se ralentiza en la industria

El dato más inquietante, sin embargo, corresponde a la industria, donde la contratación indefinida cae un 32,4% en el último año; es decir, casi el doble que en el conjunto de todos los sectores. Un bajón en la contratación, sin embargo, que se matiza al recurrir a otras estadísticas, como la de afiliación a la Seguridad Social, donde se manifiesta que la industria manufacturera sigue creando empleo.

Además, se contabilizan unos 2,87 demandantes de empleo no ocupados, un rubro que incluye, entre otros, a los fijos discontinuos; es decir, unos 200.000 más que los parados registrados.

El descenso del paro en julio mejora el registro del año pasado, cuando el desempleo subió, y el dato de 2019, el último año antes de la pandemia; pero se sitúa en la franja baja de los descensos registrados en esos años, cuando el paro llegó a descender en más de 83.000 personas en julio de 2016; o en 27.000, un año después.

En cuanto a las ayudas, el gasto total en prestaciones — esta vez, en junio — aumenta casi un 10%; si bien, según apunta el Ministerio de Trabajo, esta partida se ve influida por la mejora en la cuantía de las prestaciones que se aplica desde principios de año, un 60% de la base reguladora a partir del séptimo mes, frente al 50% anterior.

Con la bajada de julio, el paro encadena cinco meses consecutivos de descensos y se sitúa en su mínimo en los últimos quince años, destacan desde el ministerio.

Casi 20,9 millones de cotizantes

Por su parte, la Seguridad Social sumó casi 22.000 afiliados medios en julio (algo menos en términos desestacionalizados), hasta situar el número total de cotizantes rozando los 20,9 millones de personas; un nuevo récord.

Se trata del mayor aumento en los siete primeros meses del año de toda la serie histórica, según destaca el Ministerio de Seguridad Social.

En el último año se han sumado una media de 550.000 cotizantes al instituto de previsión social, a un ritmo del 2,7%.

El crecimiento del empleo en julio se mantiene en la serie desestacionalizada, que registra unos 16.000 cotizantes más, y salva así el bache del mes pasado, cuando el empleo disminuyó en esta estimación, y de julio del año pasado, y hasta del último julio anterior a la pandemia, cuando el empleo cayó en casi 15.000 personas en ese mes; si bien el dato del último mes de julio es el peor de la serie comparado con los cuatro años anteriores a la pandemia, cuando el empleo llegó a crecer en 62.000 personas en 2016; muy excepcionalmente, eso sí.

Todo el crecimiento del empleo se debe al régimen general, que, a un ritmo del 3,23%, logra incluso vadear el descenso habitual en esta época del año en educación y agricultura, que pierden casi 150.000 empleos en conjunto.

En este régimen general encabezan la creación de empleo en el último año sectores como la hostelería, información y comunicaciones, actividades profesionales y científicas, actividades artísticas y recreativas, todas ellas por encima del 5% anual; e incluso la construcción y (casi) la educación, que rondan este 5% anual de aumento del empleo, a pesar de sendos descensos durante el último mes de julio.

La industria, por ejemplo, en esta estadística, registra creación de empleo, y no menor; un 1,8% en el último año, hasta superar los 1,95 millones de afiliados, 10.000 más que en junio.

En cambio, el régimen de los autónomos se deja más de 6.800 afiliados en julio; un descenso habitual en este mes, en todo caso, al menos durante los últimos cinco años anteriores a la pandemia.

En cuanto a la Administración, el empleo crece — en junio, esta vez – un 3,21%, es decir, 91.000 personas en el último año; especialmente en la Administración estatal, en términos relativos.